lunes, 28 de septiembre de 2009

LA ALTA CULTURA PORNO Y RENTABLE


Clarín, Revista Ñ, Buenos Aires, Argentina, 28Sep09
Para el escándalo de algunos y regocijo de otros, una nueva mirada de aires porno es cada día más habitual en los montajes operísticos. ¿Una nueva receta para salvar un género en crisis creativa?
Por: David Barba *
Fotografía: AL DESNUDO. "Un ballo in maschera", de Verdi,en versión del coreógrafo austriaco Johann Kresnika.
(Puesta en versión tradicional)

En ¿Hacemos una porno?, Kevin Smith nos cuenta la historia de Zack y Miri, dos jóvenes que deciden rodar una película casera de sexo explícito como remedio para pagar sus facturas pendientes: el resultado se llama La guarra de las galaxias. En la nueva versión de Tannhäuser que estrenó en marzo el Teatro Real, el británico Ian Judge recreaba con escenas de sexo explícito la bacanal con la que Wagner iniciaba el primer acto de la famosa ópera: el resultado mantiene el título original - Wagner no es George Lucas.

No cabe duda de que el Teatro Real también necesita pagar las facturas. Y el sexo explícito llena. Lo sorprendente es que, en los años que llevamos de siglo XXI, esa mirada pornográfica que parodia Kevin Smith haya dado el salto de la cultura popular hasta la ópera, el último reducto de lo que - a pesar de la muerte de las viejas categorías culturales-algunos selectos aún denominan sin guasa como alta cultura. Por mirada pornográfica entiéndase esa censura productiva que, según Michel Foucault, se da en el porno cuando empaqueta y comercializa ese último reducto de la privacidad que era el sexo, diciéndonos cómo tiene que ser y cómo hay que poner en escena sexo, cuerpo y placer.
Añadamos el hecho de que, en estos años, el porno ha dejado de ser considerado obsceno para convertirse en una más de nuestras industrias culturales. Luego se ha vuelto aceptable pornificar cualquier producto cultural - y la ópera lo es.
Curiosamente, la pornificación le viene que ni pintada a Tannhäuser: la ópera cuenta la historia del caballero así llamado que, mancebo de la mismísima Venus, decide peregrinar a Roma para hacerse perdonar por el Santo Padre, quien, escandalizado, le niega el pan y la sal: "Lo mismo que este báculo de mi mano nunca se adornará con brotes verdes, el ardiente fuego del infierno no dejará que la salvación florezca para ti". En el último acto, se produce el milagro: el báculo del Papa florece. ¡Aparecen los famosos brotes verdes!
Pues bien, para brotes verdes, los de la orgía inicial de Tannhäuser sobre plataformas giratorias - como la que emplea la Sala Bagdad de porno en vivo-,con la mitad del elenco en coyunda colectiva al estilo proam de los gonzos de John Stagliano. Nada nuevo bajo el sol: antes, el porno ya dio el salto del VHS al cine de arte y ensayo gracias a directores como Lars von Trier, Gaspar Noé, Catherine Breillat o Todd Solondz.
Pero ese contagio venéreo del vídeo al cine era fácil: la cámara es el panóptico de la mirada pornográfica. El más difícil todavía consistía en aplicar la receta a un viejo mundo wagneriano en crisis.
Así las cosas, en la ópera centroeuropea se ha puesto de moda el sexo y la violencia. No menos sucede en la Ópera de París que dirige Gérard Mortier, quien, en los años 90, también amortizó su paso por Salzburgo con un subidón de espectacularidad y público.
Por cierto, que el belga aterr (or) izará en el Teatro Real en el 2010 - la España de los grandes fichajes no sólo atañe al fútbol.
Ya en España, Calixto Bieito se ha encargado de derribar concienzudamente los viejos códigos morales de la ópera, ante lo que algunos bienpensantes no sólo hablan de deterioro artístico, sino de deterioro moral. En el 2007, su Woyzzeck provocó un gran escándalo en el Real al mostrar un cóctel de higadillos y desnudos, en una recreación goresex de la ópera de Alan Berg, donde el personaje del doctor sacaba a escena cadáveres desnudos a los que trepanaba y extraía vísceras sanguinolentas.
El cóctel se acompañaba de escenas eróticas y desnudos colectivos frente a los que el indigestado público montó una bronca de cuidado.
En enero del mismo año, Giorgio Albertazzi se dedicó a anunciar a bombo y platillo que el estreno romano de su versión de Salomé, de Richard Strauss, sería un despelote - "hasta las bailarinas estarán desnudas"-,adobado con momentos gore como "la cabeza del Bautista rodando hacia la platea". Además, una de las protagonistas iba a aparecer con el pubis afeitado: "Está depilándose poco a poco, un trocito cada día", declaró el astuto Albertazzi, arrastrando a los medios a una polémica de grandes réditos publicitarios que, al final, se quedó en poca chicha y mucho silbido contra el director.
En el 2006, Martin Kušej comenzó a pasearse por Europa con una truculenta versión de Lady Macbeth de Mzensk,la única ópera de Shostakovich - juzgada pornográfica por Stalin, fue proscrita en 1934. El autor incluyó una escena de violación, una cópula con orgasmo - sabiamente explicitado por la sección de viento-y una protagonista llena de furor uterino que asesina a tres sujetos antes de acabar lanzándose al Volga. Esta vez, pese al contenido escabroso, la crítica quedó encantada con la puesta en escena de Kušej.
No ocurrió lo mismo con el Sansón y Dalila que Tilman Knabe estrenó en Colonia el pasado mayo; ante la apabullante muestra de casquería y violaciones que muestra su versión de la ópera de Saint-Saëns, 28 de los 64 componentes del elenco, incluida la mezzosoprano, tomaron la baja médica. En el 2008, también fue criticado acerbamente Un ballo in maschera, de Verdi, en versión del coreógrafo austriaco Johann Kresnik, célebre por sus óperas al desnudo.
Esta vez, Kresnik seleccionó a 35 figurantes de más de 50 años, los desnudó y los presentó ante el público ataviados con máscaras del ratón Mickey, sobre un decorado de las Torres Gemelas en ruinas.
Ante esta sucesión de escenas pop, publicitarismo y ganas de épater, la vieja guardia de la ópera se lleva las manos a la cabeza; más les valdría agradecer a los nuevos creadores su capacidad para reinventar un espectáculo elitista y adicto a una ortodoxia escénica a menudo ridícula y rimbombante. En cuanto a la moral, todo el arte actual está empeñado en deshacer los intrincados nudos y contracturas que la tradicional dialéctica entre moral pública y moral privada ha dejado en el cuerpo social.
Claro que la mayoría de esos nuevos creadores operísticos únicamente ha conseguido subvertir el orden de los factores sin alterar el producto: citando de nuevo a Foucault, en la época victoriana el sexo se reprimía por ocultación; en la época del hiperconsumo, el sexo se reprime por sobreexposición a mensajes mediáticos relacionados con un determinado tipo de cuerpo, sexo y placer que se inspira en el canon dictado por la publicidad, los medios, las pasarelas de moda y las corporaciones dermoestéticas.
En consecuencia, el problema de la pornificación de la ópera no es un quítame allá un desnudo, un coito o un cadáver. Lo que ocurre es que tíos y tías buenas paseándose desnudos por el escenario, coyundas à la Nacho Vidal y tenores y sopranos obligadas a adelgazar por contrato confirman que la ópera ha dejado de ser esa pequeña aldea gala que resiste ahora y siempre al consumismo invasor y que se acabó el tiempo del desprecio hacia la homogeneizadora pax global del arte pop.
Hoy, cuando la era del hiperconsumo ha convertido toda expresión pública de sexo, cuerpo y placer en elementos empaquetables y comercializables, resulta que Zack y Miri ya no son la única pareja de idiotas que vive el sueño de que el porno les va a pagar las facturas.

DECÁLOGO POP DE LA NUEVA CULTURA OPERÍSTICA
1.
La ópera es un excelente sustituto del Diazepam. Ya era hora de que alguien se decidiera a despertar al público.
2. El mundo de las viejas jerarquías culturales ha muerto. Viva la cultura mosaico. Ya no hay highbrow, midcult y masscult (cif. Dwight Macdonald).
3. Toda la cultura es pop. Si no es pop, no es cultura.
4. El porno es pop. La ópera es pop. La violencia es pop. Mezclemos.
5. La mirada pornográfica ya no es obscena: el público de la ópera, autoproclamado último reducto cultural del aristotelismo, la ha digerido sin excesivas flatulencias.
6. Cada vez es más difícil ofender al espectador de ópera: se ha vuelto pop. Si queremos que no huya al cine, deberemos seguir explorando el concepto de obscenidad.
7.
La fealdad es una firme candidata a la obscenidad. Al menos, así piensa Silvio Berlusconi: "En televisión hay que enseñar gente guapa o gente fea; los grises, ni sacarlos", recomendaba Il Cavaliere a Valerio Lazarov en los albores de Telecinco. "La gente guapa llama la atención; la fea, también. Pero la gente normal no tiene ningún interés para la audiencia, que, simplemente, cambiará de canal".
8. Por gente normal, entendamos cualquier forma de pluralidad. La pluralidad es obscena: incluye todo aquello que no es digno de salir en la televisión. Mucho menos en la ópera. Si este fuera de foco representa el anticanon, ¿cuál es el canon? La velina. La mamachicho. La top model. El pornostar. El culturista. El chulopiscinas con bronceado yachtman. El empresario gigoló a la Berlusconi.
9. Las sopranos son obscenas: están gordas. Deborah Voigt fue obligada a adelgazar para interpretar Ariadna en Naxos en el Covent Garden de Londres; el tenor Aquiles Machado perdió su papel protagonista en Rigoletto cuando el director Graham Vick juzgó que era demasiado bajo y gordo para interpretar al duque de Mantua. A partir de ahora, el elenco será escogido según criterios estéticos, con lo cual generaremos un impagable debate colateral sobre discriminación en el bel canto que nos dará un plus en publicidad.
10.
Indudablemente, Wagner estaría de acuerdo con todo esto.

sábado, 26 de septiembre de 2009

UN EPISODIO DEL RISORGIMENTO

La Nación, adnCULTURA, Buenos Aires, Argentina, 26Sep09
Tras haber matado a Fernando Carlos de Borbón, soberano de Parma, el republicano Antonio Carra, bajo otro nombre, inició una nueva vida en Buenos Aires
Imagen: Fernando Carlos de Borbón
Por Miguel Ángel De Marco
Para LA NACION - Buenos Aires, 2009
El 26 de marzo de 1854, cuando Fernando Carlos de Borbón, soberano del ducado de Parma, regresaba a su palacio tras recorrer las calles de la imponente capital, fue muerto de un certero golpe de punzón en la mitad del pecho por el ebanista Antonio Carra, que huyó rápidamente por un sector de la muralla fácil de escalar y volvió a penetrar en la ciudad durante la noche, luego de vencer con adecuadas palabras y una botella de buen vino la resistencia de quien custodiaba el gran portón de acceso.



Aquel hombre de cuerpo aparentemente frágil, pertenecía a un grupo de conspiradores republicanos que se reunían en la posada de la Cruz de Malta, para tramar el asesinato del joven y disoluto monarca. Sabían que un suceso de tamaña magnitud conmovería a cuantos esperaban que se encendiera una nueva guerra por la independencia italiana.
Cuando en la noche del 25 se propuso efectuar un sorteo para decidir quién protagonizaría el magnicidio, Carra afirmó que no era necesario, pues él reclamaba para sí esa misión. Aparte de la fidelidad a sus ideas, el artesano tenía un serio agravio que vengar. Fernando Carlos -de quien dijo el diario socialista español La Vanguardia , décadas más tarde, que "era un verdadero Juan Tenorio con trono" objeto de la furia de "una serie de maridos, amantes y hermanos deseosos de venganza"-, había intentado abusar de su joven y bella mujer, una vendedora de cigarros a la que el duque miraba con pasión en sus paseos. Según algunos escritos de la época, Carra no estaba casado con ella, pero los unía un hijo en común.
Lo cierto es que después del ataque, el soberano de Parma vivió apenas una hora pero no pudo articular palabra, lo que dificultó la identificación del magnicida. De todas maneras, Carra fue a dar a la cárcel, desde donde se lo llevó a la presencia de la duquesa Luisa María de Borbón-Dos Sicilias, que acababa de asumir apresuradamente la regencia y tenía múltiples motivos para pensar mal de su difunto esposo. Luego de un diálogo por momentos áspero y por momentos comprensivo entre la augusta señora, el general austríaco Jablonowski y el victimario, del que participó también la odiada favorita Irma Combrisson, Carra introdujo serias dudas sobre su culpabilidad y pidió que se hiciese comparecer al guardia que le había franqueado el acceso a la ciudad, para que dijera si estaba seguro de que había sido él quien había entrado a deshora. El ebanista lo encaró con decisión y el alabardero respondió que no podía afirmarlo. Apenas liberado, Carra desapareció, convencido de que se descubriría la verdad, como ocurrió enseguida.
El telégrafo difundió por todo el Viejo Mundo tan conmovedora noticia, y la prensa, según su orientación política, calificó al autor del asesinato de héroe de la libertad o de sicario abominable.
La Mala de Europa, según era denominado corrientemente el correo británico, distribuyó tal información por el resto del orbe. Los diarios argentinos publicaron la noticia a fines de mayo de 1854, pues se necesitaban cerca de dos meses de buenos vientos para cruzar el océano. La prensa porteña reseñó el episodio, y el primer órgano rosarino, La Confederación , que apareció el 25 de mayo de dicho año, inició con la mención de lo acaecido en Parma su columna de sucesos internacionales.
No era extraño que en aquella Argentina dividida en dos estados interesase un episodio como el que había tenido lugar en Italia. En Buenos Aires y en las ciudades ribereñas del Paraná residía gran número de piamonteses, genoveses y lombardos, aparte de naturales de otras regiones de la península. La mayoría proclamaba abiertamente su pertenencia carbonaria y mazziniana. Ejercían diversas profesiones y oficios y prosperaban con los servicios de transportes fluviales y los comercios destinados a diversificar la monótona dieta alimentaria autóctona. También formaban parte del ejército y la marina de Buenos Aires, algunos de ellos con jerarquías elevadas.
Tal vez por conocer las facilidades de los países del Plata, Carra se embarcó hacia Buenos Aires. Algunos dijeron más tarde que se había dirigido a Estados Unidos y muerto en Filadelfia, tras soportar una existencia miserable. Pero se trataba de un homónimo. El nombre y apellido, muy parmesano, era frecuente. Tan luego uno de los hombres más cercanos al duque Fernando Carlos y luego senador del Reino de Italia, quien quizá residía a pocas calles del matador, se llamaba también Antonio Carra.
El artesano decidió iniciar una nueva vida, sin desaprovechar la experiencia ganada en su oficio, y al desembarcar en Buenos Aires, se dio a conocer en la Capitanía del Puerto como Giuseppe Baratta. Pronto se acercó a sus compatriotas afines a la independencia, que eran mayoría, y brindó sus contribuciones económicas y su ardiente palabra a la causa del Risorgimento . Sin embargo, muy pocos conocían su secreto.
Un día se presentó en su casa, para pedir la mano de su hija Clementina, un joven, orgulloso partícipe de las batallas de Magenta y Solferino, donde los ejércitos del Piamonte y Francia habían derrotado a las odiadas tropas de Austria. Se llamaba Napoleón Gardelli. No podía ser mejor candidato, cuando había regado con su sangre el suelo patrio para expulsar a los extranjeros y conseguir la unidad de los estados peninsulares bajo la bandera tricolor.
Carra -o Baratta- de cuya existencia en la Argentina se sabe muy poco, murió en Buenos Aires en 1895. Hace mucho tiempo, al iniciar mi prolongada carrera periodística en el diario La Capital , a la vez que hacía mis primeras armas como historiador, uno de los editorialistas de entonces, Raúl N. Gardelli, me refirió la historia de sus abuelos -Antonio se la había comunicado a su yerno- y me mostró orgulloso el diploma y la medalla otorgados a los vencedores de Magenta, que conservaba devotamente. Así comenzó una larga amistad. Él llegó a jefe de redacción y escribió varios libros de fina prosa, que demostraban su vasta cultura. Yo ocupé su lugar como jefe de editoriales.
Ya retirado Gardelli de la labor de la prensa, pero encargado de la Revista de la Bolsa de Comercio , nos encontramos en un café y luego de divertirnos ambos con las anécdotas del "viejo hogar periodístico", le hice saber que había reunido con bastante dificultad datos que corroboraban su historia. Manifestó su complacencia con esa sonrisa pacífica que se tornaba rictus imperioso a la hora de cierre del matutino.
Felizmente para mí, nunca dejé, como historiador, de vincular el pasado con la historia de aquella Italia de la segunda mitad del siglo XIX. Y ahora, la lectura de las redescubiertas páginas de Las confesiones de un italiano (Acantilado, 2009), de Ippolito Nievo, me inducen a trasladar al lector un episodio poco difundido, que trae a mi espíritu el recuerdo de un maestro del diarismo y un amigo.

UNA MUJER ESTADOUNIDENSE SE QUEDA EMBARAZADA ESTANDO YA ENCINTA


ABC.es, Madrid, España, 26Sep09
Foto: La ecografía que muestra los dos fetos/ abcNews
EP | MADRID
Actualizado Sábado, 26-09-09 a las 02:44
Una mujer norteamericana se ha quedado embarazada estando ya embarazada de unas ocho semanas y dará a luz dos bebés con una diferencia de edad de dos semanas y media y que no son gemelos, una situación que podría deberse a un fenómeno raro en humanos y conocido como superfetación, que consiste en la formación de un feto mientras que otro está todavía presente en el útero.

Este fenómeno se produce cuando son liberados los óvulos procedentes de ciclos menstruales distintos, contra lo que ocurre normalmente con los gemelos heterocigóticos, en cuya formación son expulsados diversos óvulos en un sólo ciclo. Aunque es frecuente en animales, no lo es en humanos y da como resultado un embarazo doble o múltiple de fetos con gran diferencia en su desarrollo gestacional.
La mujer, Julia Grovenburg, descubrió la situación durante una ecografía a la que se sometió a las ocho semanas de embarazo y que mostró a dos bebés separados por dos semanas y media, uno claramente más desarrollado que el otro, ante lo que los doctores apuntaron la posibilidad de que se tratara de un caso de superfetación.
Según explicó a la prensa estadounidense el especialista en Obstetricia Patrick O'Brien, portavoz del Royal College of Obstetricians and Gynaecologists, al año sólo se diagnostica un caso de este tipo en todo el mundo. "Es algo extraño, porque cuando una mujer concibe, sus hormonas cambian drásticamente y estos cambios frenan su ovulación y le impiden volver a concebir", indicó.
Aunque se le practicarán más pruebas a la madre y los bebés cuando nazcan para aclarar qué ha sucedido, el doctor O'Brien advirtió que los Grovenburgs no podrán tener una certeza absoluta, ya que en su caso, los test no podrán descartar que se trate de gemelos.
"En ocasiones es difícil estar seguros, porque una mujer puede estar teniendo gemelos no idénticos con marcadas diferencias en su tamaño desde el primer momento de embarazo", apuntó, recalcando que "si hay una gran diferencia de tamaños entre los bebés, la primera sospecha es que uno de ellos no se ha desarrollado tan bien". No obstante, puntualizó, la superfetación se convierte en una sospecha más ajustada a la realidad cuando los bebés parecen tener una diferencia de edad de más de dos semanas.
Además de haber sido afectados por este extraordinario fenómeno, los bebés nacerán oficialmente en dos años diferentes: uno a finales de este año y el otro a principios de 2010. No obstante, los dos -que se llamarán Jillian y Hudson- nazcan juntos, de forma natural o por cesárea, según las necesidades, el próximo diciembre.

viernes, 25 de septiembre de 2009

ALICIA DE LARROCHA, DE NIÑA PRODIGIO A UNA PIANISTA DE PROYECCIÓN INTERNACIONAL

El Mundo, Madrid, España, 26Sep09
Efe
Dio su primer concierto público a los seis años
Fue distinguida con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1994
Efe | Barcelona




La pianista Alicia de Larrocha, la pianista de mayor proyección internacional del panorama musical español, ha fallecido el 25 de septiembre en Barcelona a los 86 años. Atesoraba entre otros premios, dos Grammy, además de haber sido distinguida con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1994. Virtuosa de la música desde la más tierna infancia, de Larrocha, nacida en Barcelona en mayo de 1923, dio su primer concierto público a los seis años y a los once ya participó en su primer concierto oficial, con la Orquesta Sinfónica de Madrid. Esta niña prodigio para la música fue descubierta por Frank Marshall, discípulo de Enrique Granados, que la llevó a iniciar su carrera como concertista en 1940, con escasos 17 años.
En 1947, comenzó sus giras por Europa, donde actuó en las más importantes salas de las grandes ciudades de la época, y en 1955 dio el salto a Estados Unidos para celebrar nueve conciertos en California con la orquesta de Los Ángeles.
En los años 60, su carrera se acelera y llega a programar alrededor de 120 conciertos anuales en todo el mundo, sola o acompañada de orquesta, además de realizar cada año tres giras por diferentes ciudades de Estados Unidos.
Esta vertiginosa carrera está a punto de verse truncada en 1968 cuando se lesiona un dedo con la puerta de un taxi, aunque consigue recuperarse.
Una vida de reconocimientos
Entre otros premios, de Larrocha estaba en posesión del título de "Mejor Artista del Mundo" (1977), de la medalla de oro del Spanish Institute de Nueva York (1980), del Premio Nacional de Música (1985) y del Premio de la Fundación Guerrero (1999), además de obtener dos Grammy: uno en 1989 a la mejor solista instrumental de música clásica por los Cuadernos de Iberia de Albéniz, y el segundo en 1994 por su interpretación en el disco "Goyescas".
En 1988 fue también nombrada académica electa de la sección de música y académica honoraria de la Real de Bellas Artes de San Fernando y en 1990 consiguió la primera medalla de honor de la recién constituida Fundación Albéniz.
Tras recibir en 1993 el Premio Ondas a la mejor solista de música clásica, un año más tarde le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, y en junio del 95 obtuvo el Laurel del Consejo Internacional de la Música (CIM) de la Unesco.
En 1995 interpretó en Madrid el famoso "Concierto número dos", con motivo de la inauguración del "Ciclo Beethoven" de la Orquesta Sinfónica de Madrid, luego viajó a Tokio y después ofreció cuatro conciertos con la Filarmónica de Nueva York.
Alicia de Larrocha fue la única concertista española incluida en unas grabaciones con recopilaciones de los 74 mejores pianistas del siglo XX promovidas por diversas compañías discográficas.
Casada con el también pianista Juan Torra y madre de un hijo y una hija, se mantuvo activa hasta hace relativamente poco ya que emprendió un gira en 2000 por países de Sudamérica, ofreció un recital en Miami en 2001 y participó en varias actuaciones en 2002 en lugares tan emblemáticos como el Palau de la Música de Barcelona y la sala Carnegie Hall de Nueva York.

martes, 22 de septiembre de 2009

LAS IMÁGENES DEBERÁN INCLUIR UN AVISO


El Mundo. Madrid, España, 23Sep09
Francia estudia advertir sobre las fotografías de moda retocadas con Photoshop
Los parlamentarios han propuesto una ley para luchar contra lo que consideran una imagen deformada de los cuerpos de las mujeres.
Foto: Jessica Alba antes (izquierda) y después del Photoshop en el pecho, las rodillas y la cintura. (Foto: Community Live Journal)
REUTERS
Los políticos franceses están estudiando incluir una advertencia en las fotografías de modelos que se hayan alterado para ser más atractivas. La diputada francesa Valérie Boyer, del partido UMP del presidente Nicolas Sarkozy, y otros 50 parlamentarios propusieron esta ley para luchar contra lo que ellos consideran una imagen deformada de los cuerpos de las mujeres en los medios de comunicación.

"Estas imágenes pueden hacer creer en una realidad que a menudo no existe", comentó Boyer el lunes, añadiendo que la ley debe aplicarse a las fotografías de prensa, a las campañas políticas, a la fotografía artística y a las imágenes de los envases, así como a los anuncios.
Si la propuesta sale adelante, todas aquellas imágenes que hayan sufrido cualquier tipo de modificación deberá incluir el siguiente aviso: "Fotografía retocada para modificar la apariencia física de una persona".

CUENTOS PARA ESCUCHAR: LEE DIANA BELLESSI


Clarín, Revista Ñ, blog Un millón de amigos, 21Sep09
Los que conocen a la poeta Diana Bellessi sabrán que es una persona que no va "al centro", que anda por las periferias. Así, presentó un libro en la Biblioteca Anarquista de Constitución, otro en un club de barrio de Palermo, sobre la avenida Juan B. Justo, al ladito de la cancha de básquet (ver crónica de esa presentación acá). Busca por los márgenes, trata de encontrar detalles, sentidos. De modo que cuando le pedí que leyera un cuento para este blog, me respondió en un segundo: "Sí, tengo uno de una autora inédita". Por supuesto.

La inédita resultó ser Ana Cerri, nacida en 1947 en Rosario, criada en Soldini, a pocos kilómetros de Zavalla, el pueblo de Diana. Cerri --me lo cuenta ella misma por mail-- estudió Ciencias de la Información y después fue monja durante 12 años. Después dirigió un psiquiátrico en San Fernando.
Como una de las poetas contemporáneas más prestigiosas del país y docente de taller literario, Diana Bellessi recibe mucho material. Si elige leer estos cuentos es porque le parecen especialmente buenos; ella misma lo explica en el audio.
Los cuentos son cortos, se llaman "El llanto" y "Concierto".
Los grabamos una noche en la casa de Diana, en la mesa donde da talleres, de cara a su jardín. La foto que está arriba la sacó Carolina Tironi en el Festival de Poesía de Rosario, la semana pasada. Que disfruten la lectura (Encender parlantes):


Bellessicerri1 by Millondeamigos

sábado, 19 de septiembre de 2009

EL MUSEU D'ARQUEOLOGIA RECUPERA LA CÉLEBRE ESTATUA DEL DIOS DE LA FERTILIDAD


La Vanguardia, Barcelona, España, 19Sep09
Foto: la estatua que se trata en la nota.
El miembro masculino daba suerte y los burdeles estaban señalizados | El centro tantea al visitante de cara al futuro museo de historia y arqueología.
La famosa estatua del dios romano de la fertilidad, Príapo, el que exhibe un enorme pene de medio metro en plena erección, vuelve a estar a la vista. El Museu d'Arqueologia de Catalunya (MAC) ha decidido rescatar de sus almacenes esta pieza, de más de dos metros de altura, y devolverla a la sala de exposiciones, de donde fue apartada hace una década por considerar la dirección del centro de aquel momento que podía ofender a los visitantes. Un buen porcentaje de ellos son escolares.

Tras una cesión a una exposición en Murcia sobre el erotismo y la sexualidad de Roma, que permitió limpiar y restaurar la estatua, el director del MAC, Xavier Llovera, ha decidido colocarla en la sala, al final del recorrido de la época romana, "a ver qué pasa", se pregunta, con interés museográfico. De momento, lo que pasa es que vuelve a ser una de las estrellas de las visitas de los escolares, que se detienen ante tamaño miembro, se fotografían y ríen. La pieza carece por ahora de cualquier cartel explicativo. Esta obra procede del Barcelonès, pero no se tienen demasiados datos de su historia y autoría.
Príapo, que suele ser considerado hijo de Dioniso y Afrodita, era un dios menor del panteón romano; se le concedía un carácter rústico y un potencial como generador de fertilidad, tanto vegetal como animal.
Además del rescate de Príapo, el MAC ha instalado en una vitrina algunas piezas que explican la vida íntima en la antigua Roma: se trata de una vasija de cerámica con cuatro escenas eróticas de delicada factura, procedente de la antigua Bílbilis (Calatayud) y un colgante de bronce, hallado en Sasamon (Burgos) que representa un animal con sólo patas traseras, cuyo tórax deviene glande, al igual que sus dos patas y su rabo; lo monta una mujer que sostiene una corona de laurel. De las patas penden sendas campanillas.
En la época romana –anterior a la moral cristiana, por tanto– se afrontaba con cierta normalidad algunos aspectos que hoy son plena actualidad en Barcelona, como la prostitución. Los burdeles estaban perfectamente señalizados. Y las representaciones fálicas no sólo estaban toleradas, sino que se creía que aportaban suerte y protección, además de fertilidad, de manera que la figura que muestra el MAC, que hoy al menos llama la atención, suspendida dentro de la vitrina, llama la atención.
Con estas nuevas piezas a la vista, el MAC trata de tantear y perfilar su discurso museográfico, de cara a la constitución del futuro Museu d'Història, Arqueologia i Etnologia de Catalunya, el gran museo en el que se está trabajando y que unificaría los de esas tres disciplinas. Este museo único funcionará en unos diez o doce años, según previsiones del Departament de Cultura.
En un ensayo de lo que exigirá el nuevo museo, el MAC ha establecido una red de colaboración con museos locales (Banyoles, Balaguer, Tàrrega, Gavà, Reus y Badalona) para el intercambio de piezas que permitan elaborar discursos por épocas y usos, más que por ciudades o comarcas. Por ahora, el MAC está en reforma, renovando las cubiertas (había unas dolorosas goteras, que caían sobre piezas y archivos), que cuestan 950.000 euros, de pintura y de remuseización.

jueves, 17 de septiembre de 2009

LA CHILENA ISABEL ALLENDE PRESENTA SU ÚLTIMA NOVELA


La Vanguardia, Barcelona, España, 17Sep09
La escritora regresa al realismo mágico con 'La isla bajo el mar', para abordar el asunto de la esclavitud, y en particular la de Haití
PEDRO VALLÍN | Madrid | El realismo mágico no es sal y pimienta, a veces hay que recurrir a otros aderezos para según qué plato, sostiene Isabel Allende. Aunque sí lo es para este guiso. 'La isla bajo el mar' (Plaza & Janés y Círculo de Lectores), recién llegada a las librerías, es la última novela de la sobrina del malhadado presidente chileno, una de las escritoras más populares de la historia de la literatura en castellano, y aborda la vida de los esclavos haitianos en el siglo XVIII, un asunto para el que recurre a la magia como herramienta narrativa, pues la haitiana es, subraya la autora, una cultura preñada de elementos mágicos y sobrenaturales. Imposible hurtar el cuerpo.

La idea de abordar el asunto de la esclavitud, y en particular la de Haití –tal vez el régimen esclavista "más brutal" de la historia, dijo una locuaz Allende–, para ambientar su nuevo relato emocional de reafirmación femenina le salió a la novelista al encuentro mientras se documentaba para otro libro.
Sorprendida por ese sabor afrancesado y caribeño de Nueva Orleans, supo que allí llegaron los franceses huyendo de las revueltas de los esclavos de Haití.
Decidió indagar qué había ocurrido en el XVIII en La Española para que los hacendados pusieran pies en polvorosa, y así fue como descubrió la existencia de una sociedad en la que medio millón de esclavos malvivían –"apenas vivían cinco o seis años, ni llegaban a reproducirse, era más rentable sustituirlos por carne fresca, tal era el régimen de explotación a que estaban sometidos"–, subyugados por unos 24.000 ciudadanos libres. La escritora afincada en Estados Unidos asegura que la investigación la turbó de tal forma que enfermó del estómago sin motivo aparente, dolencia que no desapareció hasta que completó la escritura de la novela.
Un asunto sórdido, recalcó Allende, que en absoluto está fuera de la agenda: "Hoy hay más esclavos que nunca; 27 millones", entendiendo por esclavos a quienes están privados de libertad, retenidos bajo amenaza de violencia y trabajando sin recibir pago; así las niñas camboyanas, los niños soldado o los trabajadores del carbón en Brasil, mencionó.
Pero, en un mundo que, en su opinión, "cuando habla de derechos humanos habla de derechos del hombre", no podía faltar la causa feminista; "presente de algún modo en todas mis novelas", admitió. Zarité Sedella es el nombre de la nueva heroína de Isabel Allende, una esclava indómita que persigue la libertad personal y su sublimación en la solidaridad humana. En la rebeldía de Zarité hay mucho de la escritora: "Mi mamá era una víctima y yo no quería ser como mi mamá, quería ser como mi abuelo, al que nadie le mandaba. No sabían qué pasaba conmigo hasta que llegó a Chile la palabra feminismo". Recién aterrizada de una conferencia internacional celebrada en Estados Unidos sobre los nuevos caminos del feminismo, Allende habló largamente de lo mucho avanzado desde el mundo de su infancia al de hoy día, pero también del trecho que aún falta por recorrer, en particular en algunas culturas como la musulmana y en continentes pobres como África, para que la mujer pueda darse por satisfecha.
Valiente ante la prensa, Allende entró ayer a todos los ofrecimientos –aun los más perversos– sin zalamerías. Así, preguntada por el estado de la literatura latinoamericana y por el éxito póstumo de su compatriota Roberto Bolaño, lo celebró con parabienes e inmediatamente exorcizó el fantasma que había sido aviesamente convocado: "Él consideraba que yo era una basura, pero eso no le resta a él mérito alguno". Luego, otro periodista le explicó que Bolaño, dos años antes de morir, dijo que sus literaturas no podían estar más alejadas, pero que ella vendía millones de libros y que "la literatura sin lectores no es literatura". Allende sonrió al oírlo con una mueca complacida y escéptica a un tiempo. Cauta ante el elogio, elegante ante la crítica; una mujer lista.

martes, 15 de septiembre de 2009

LA ESTATUA DE JUAN PABLO II MÁS ALTA DEL MUNDO ESTARÁ EN CHILE

El Mercurio, Santiago, Chile, 14Sep09
La obra será el centro de un nuevo barrio universitario
Con sus 7,5 metros de alto y una base de otros 6 metros, el monumento sobrepasará en altura a todas las obras fundidas en bronce en Chile. El molde, que acaba de ser terminado, requirió seis toneladas de greda. Ahora empezará el proceso de fundición. La estatua debe estar terminada en abril próximo y se emplazará en Bellavista.
PAMELA ARAVENA B.
Desde abril próximo, la bohemia nocturna y la oferta gastronómica no serán los únicos atractivos del barrio Bellavista. Un proyecto arquitectónico pretende convertir el sector en un moderno barrio universitario, con un remozado parque y una colosal obra, la estatua más grande del mundo que recuerde a la figura del Papa Juan Pablo II y también la más alta de este tipo fundida en bronce en Chile.

Construir la figura fue iniciativa de Luis Cordero, hombre cercano a Jaime Guzmán, miembro del núcleo fundador de la UDI y actual vicerrector de Desarrollo de la Universidad San Sebastián, entidad que levanta un nuevo campus en el sector.
Además, en alianza con las facultades de Derecho de la U. de Chile y de Ciencias Jurídicas de la U. Andrés Bello, que también tienen sus sedes en la zona. Todas esas instituciones auspician el proyecto de crear la Plaza Juan Pablo II, cuya primera piedra fue bendecida por monseñor Angelo Sodano en 2007. El conjunto fue diseñado por Cristián Boza, decano de la Facultad de Arquitectura de la USS.
En esa universidad relatan que originalmente pensaron que la monumental obra central de la plaza fuese una réplica de la escultura del Pontífice erigida en la Basílica de Guadalupe, en México, la que con sus cinco metros de altura es, hasta ahora, la figura más alta que recuerde a Juan Pablo II a nivel mundial. Al no llegar acuerdo, el hermano del vicerrector de la USS, el escultor Daniel Cordero, presentó un nuevo proyecto que cumplió con todas las expectativas.
"Yo quería hacer un Papa chileno", cuenta. Decidió, entonces, que el cuerpo de la figura en bronce imitara el gesto que quedó plasmado en la memoria de millones de chilenos, cuando en un Estadio Nacional repleto de jóvenes apuntó a la figura de Cristo y gritó : "No tengáis miedo de mirarlo a Él". "Pero el rostro que hice no es el de ese momento, sino el que me quedó grabado en la canonización de sor Teresa de los Andes en Roma. El Papa pasó muy cerca mío, lo miré fijamente, y nunca olvidé su expresión", dice Daniel Cordero.

La estatua, que medirá 7,5 metros de alto, requirió seis toneladas de greda para su molde, que será dividido en cinco partes. El tronco será enviado a una fundición, y los detalles, como el rostro y la cruz del báculo, a otra. La obra final tendrá 1,5 centímetros de espesor y contará con una estructura de acero que la sostendrá en su interior. Además, se le hará una base de concreto revestida en piedra, de otros seis metros de altura. En total, tendrá el porte equivalente a un edificio de casi cinco pisos.
Cordero construye la figura junto a 30 trabajadores y a su mano derecha, Octavio Román, quien representa a la tercera generación de escultores en su familia: Héctor, su padre, también se destacó por la realización de monumentos colosales en espacios públicos, como el erigido "A la victoria de Chacabuco" ubicado en la carretera General San Martín, mientras su abuelo Samuel fue Premio Nacional de Arte."El monumento costará 400 millones de pesos. La mitad está siendo financiada por privados. El resto será recaudado en una campaña en la que participará un grupo de jóvenes", cuenta Luis Cordero.
La inauguración de la estatua se realizará en abril de 2010, cuando se cumplan 23 años de la visita del Papa a Chile. Además, será una de las primeras obras en ser estrenadas en el marco de los festejos del Bicentenario.

sábado, 12 de septiembre de 2009

AJEDREZ Y LITERATURA: EL ARTE DE LEER A UN RIVAL


La Nación, ADNCultura, Buenos Aires, Argentino, 12Sep09
Un viaje en compañía de escritores y ajedrecistas a través de la Historia. Secretos y significados de un juego que es una metáfora de la vida
Por Matías Serra Bradford
Para LA NACION - Buenos Aires, 2009
Cinco, casi seis de la tarde de un día de semana. Chalet de dos plantas y ladrillo a la vista, en las afueras de Buenos Aires. El que me hace pasar al jardín del fondo tiene aspecto de esquiador vitalicio, lleva remera blanca de cuello alto y mangas largas. No me escruta como a un rival -por cortesía; nunca podría haber sido su contrincante, ni en una partida a ciegas-, pero la mirada es de una cordialidad impiadosa. Su paso, el de un monarca retirado. Responde con demasiada paciencia en un castellano extranjero, encantador: fuerte, persuasivo.

Me limito a tartamudear inexactitudes. Su mera presencia tiene la deferencia de colocar al interlocutor en otro plano (nunca el mismo). Su amabilidad, la falta de prisa atestiguan que si bien el ajedrez no permaneció del todo ajeno a los embates de la puerilidad y la aceleración -que parecen en las últimas décadas de rigor-, el juego y sus fieles mejor dotados han preservado un aura imposible de extinguir.
Por inverosímil que sea, estoy sentado frente al gran maestro danés Bent Larsen, vecino del barrio de Martínez desde 1982. Acabo de estrechar la mano que saludó a Bobby Fischer, unas veces victorioso; otras, derrotado; que saludó a Mijaíl Tal; que saludó a Botvinnik; que saludó a Alekhine; que saludó a... y en segundos uno cree rozar mágicamente el linaje del pasatiempo más insondable, tentado de imaginar que está siendo bendecido por un mero apretón de manos. El "Gran Danés" fue el primer occidental en batir a los rusos y es, según Boris Spassky, el último artista del ajedrez.
Larsen pertenece a esa raza de figuras más enigmática que la de las celebridades. Ha sido un rey sin corona, que por motivos azarosos -azarosamente secretos- nunca alcanzó la consagración más pública, vulgar, con la que un ajedrecista sólo se convierte en genio, en loco, o en ambas cosas.
De esa visita hace ya unos años, pero a las frases de Larsen no las he olvidado hasta ahora y no creo que vaya a olvidarlas nunca: "Karpov hace buenas jugadas muy rápido, Korchnoi hace muy buenas jugadas despacio". O, con ironía, señalando cierta posición en el tablero: "Y ahora la partida es más tablas que antes de empezar". Pocos meses más tarde estaría tomando debida nota de sus lecciones en el Club Argentino, rincón mítico que potenciaba la resonancia de sus pasos y palabras: "Me gusta ganar pero no tengo miedo de perder". La rapidez y naturalidad con que disparaba esos epigramas sólo subrayaban su precisión -"con presión de tiempo un caballo es más peligroso que un alfil"- y la mera oportunidad de compartir unas horas con semejante coloso era un sueño realizado, claro que en compensación por el malogrado de convertirme en un distinguido jugador profesional.

Fuera de las casillas
El índice y el pulgar en el aire, a punto de tomar una pieza: golpe magistral o error fatal, a menudo no se sabe con certeza, aun siendo un destacado maestro. Una mínima oscilación en el ánimo y en milésimas una jugada tuerce el destino. ¿Pero qué es distracción y qué, falla de cálculo? Movimientos, celadas: el curso de un cerebro, pensamiento graficado. La atención, desde luego, es la llave, aunque concentrarse no siempre garantiza que las ideas vengan con naturalidad. Los dedos acarician o estrangulan las piezas que están fuera de juego. Torneo abierto. Silencio de biblioteca. Algunas de las partidas, de hecho, serán historia en futuras recopilaciones. (Ciertamente, un libro de ajedrez puede volverse una máquina de relatos: cada partida reproducida supone una narración, una fecha, una geografía y dos antagonistas.)
Hace siglos que expertos y amateurs han jugado para ser otros, para no ser nadie, para perderse en otra dimensión, en lo posible sin perder. Creando debilidades en la defensa del contrario, rogando que una movida cumpla varias funciones a la vez, que cada jugada implique una ofensa hacia el rival. Siglos procurando situarse en posiciones convenientes para el propio temperamento, recurriendo de urgencia al sacrificio como lance para romper con lo predecible. Intentando evitar la humillación, ante el adversario, ante los espectadores y, peor, ante uno mismo (ante la falsa imagen que uno se había hecho de sí como jugador). Siglos sentándose ante un tablero para ponerse a prueba: a ver qué tan lejos llega nuestra inteligencia sobredimensionada, nuestra audacia vacilante, nuestra capacidad de absorber el fracaso. "Los juegos constituyen una prueba continua de habilidad dentro de una confianza fluctuante: el rival percibe la humillación y la duda, y busca redoblarlas", apuntaba Adrian Stokes. Suele repetirse que el ajedrez enseña a saber perder, pero con excesiva frecuencia la derrota invita al mutismo, al olvido. Morder el polvo de lo irreversible no le era ajeno al holandés J. H.
Donner, que decía que "es precisamente su impiadosa falta de ambigüedad y su claridad lo que vuelve a una partida lo opuesto de la vida. La vida oculta nuestros errores". Según Donner, es justamente "la irreparabilidad de un error lo que distingue al ajedrez de otros deportes".
Se ha dicho del ajedrez, también, que enseña a anticiparse al otro, a leer su mente, a administrar el tiempo. Pero como me comentó Oscar Panno en una ocasión, "el reloj fue siempre un enemigo. El reloj es siempre un enemigo de la verdad".

A capa y espada
Analizada en retrospectiva, la Argentina podría ser considerada una Atlántida del ajedrez, un lugar donde sucedieron acontecimientos históricos que, vistos desde hoy, parecen pertenecer a otra era, hundida, borrada, apenas reivindicada por islotes de empeño y entusiasmo en clubes y jugadores tenaces. Los hitos incluyen las Olimpíadas de 1939 y de 1978. Los destierros del polaco Najdorf, el sueco Stahlberg, el alemán Eliskases. Figuras como Pilnik, Pleci, Grau, Jacobo y Julio Bolbochán, Sanguinetti, Rossetto y Panno, seguramente el argentino nativo que más lejos llegó. La visita en 1910 del entonces campeón Emanuel Lasker (que se preparaba para los torneos estudiando las fotografías de sus futuros oponentes). Los subcampeonatos en las Olimpíadas de 1950, 1952 y 1954. Los grandes matches en Buenos Aires, como Fischer-Petrosian en el Teatro San Martín en 1971. Los sucesivos magistrales de Mar del Plata. Sin olvidarnos de otro duelo legendario disputado aquí, Capablanca- Alekhine. Al primero se le caían losboletos de los bolsillos cuando venía de apostar en Palermo y según Cabrera Infante, fue un pionero entre los ajedrecistas interesados en las mujeres: "Se dice que la noche de la partida decisiva contra Alekhine estuvo bailando tango tras tango con una belleza local".
Regresa, entonces, la historia de mi abuela materna, repetida al infinito, contando que su padre había conocido y jugado con Capablanca, que visitó Buenos Aires en 1911, 1914, 1927 y 1939. Las peripecias de Capablanca -nombre predestinado- pueden rastrearse en la magnífica biografía de Edward Winter, autor también de misceláneas como Chess Explorations y Kings, Commoners and Knaves. Ya en 1925 Capablanca decretaba lo "mecánico" del juego de elite, augurando que "dentro de no más de diez años una media docena de jugadores será capaz, cuando lo desee, de hacer tablas a voluntad", algo que décadas más tarde Fischer buscó contrarrestar creando su Fischerandom, que sortea la posición inicial de las piezas mayores. Según Fischer, el conocimiento disponible hoy en día es tal que las partidas entre maestros sólo se ponen interesantes a partir de la jugada número 20. El papel que juega la memoria ha sido siempre central y lo es cada día más. Si recordar posiciones se asemeja al arte de la memoria tal como lo describe Frances Yates, el tablero se vuelve un teatro, los casilleros se convierten en las habitaciones de un palacio y pensar, al modo de Giordano Bruno, equivale a "especular con imágenes". A propósito de la memoria, Novela de ajedrez de Stefan Zweig cuenta un viaje en barco a Buenos Aires -como el que hicieron en 1938 Miguel Najdorf y un aficionado insigne, Witold Gombrowicz- y el protagonista, el gran maestro Mirko Czentovic, nunca es capaz de rehacer una partida de memoria, algo "que los del gremio criticaban tan ásperamente como si entre los músicos un eximio virtuoso o director de orquesta se hubiese mostrado incapaz de interpretar o dirigir una obra sin tener ante sus ojos la correspondiente partitura". El crítico argentino Federico Monjeau, dicho sea de paso, tiene una teoría: que el mejor modo de escuchar música es jugando al ajedrez.

Ars combinatoria
Ha habido tantos intentos de definir el ajedrez como tentativas de agotar las contingencias del tablero. El arte de un jugador de ajedrez, declara el incomparable David Bronstein en Secret Notes, consiste en la habilidad "de encender una chispa mágica de la tediosa e insensata posición inicial". La mencionada novela de Zweig propone delimitarlo así:
un pensamiento que no lleva a nada, una matemática que nada calcula, un arte sin obras, una arquitectura sin sustancia, y aún así más manifiestamente perenne en su esencia y existencia que todos los libros y obras de arte, el único juego que pertenece a todos los pueblos y todas las épocas y del que nadie sabe qué dios lo legó a la tierra para matar el hastío, aguzar los sentidos y estimular el espíritu. El ensayista George Steiner, autor de The White Knights of Reykjavik, asegura que los problemas que plantea el ajedrez son a la vez muy profundos y completamente triviales. Y que el punto en común entre música, matemática y ajedrez "puede ser, finalmente, la ausencia de lenguaje". Ludwig Wittgenstein recurrió al ajedrez en diversas oportunidades para elaborar o ilustrar símiles, y escribió: "El uso de una palabra es como el uso de una pieza en un juego, y uno no puede comprender el uso de una dama excepto que comprenda los usos de las otras piezas". Son incontables las oportunidades en que la literatura y la filosofía asaltaron la torre del marfil del ajedrez. Robert Burton aludía a "ficciones geométricas". Borges intimaba con "mágicos rigores" y un "severo ámbito en que se odian dos colores", tan similar a la "lucha cuerpo a cuerpo entre dos laberintos" de André Breton. En otro plano, en un texto sobre Alfonso X el Sabio y Capablanca, Lezama Lima aventuraba: "El rey queriendo cerrar cuentas, sellando fijas minuciosidades. El rey queriendo pagar en exactos cuadrados... Una imaginación saludable engendra sus propias causas". Por su parte, E. H. Gombrich se detenía en el efecto visual de un tablero. Jugar con un tablero, para el autor de Meditaciones sobre un caballo de juguete, es replicar "la alternancia perceptiva entre figura y fondo... No en vano los pintores del renacimiento demostraron primero las leyes de la perspectiva por medio de un suelo ajedrezado". Para el cineasta Stanley Kubrick,
el ajedrez es una analogía. Es una serie de pasos que uno da, uno por vez, y se trata de equilibrar los recursos contra el problema, que en el ajedrez es el tiempo y en el cine son el tiempo y el dinero? Grandes maestros a veces dedican la mitad del tiempo asignado a una sola movida porque saben que si no es correcta todo su juego se cae a pedazos.
Cuando Walter Benjamin y Bertolt Brecht disputaban partidas en Skovbostrand, Dinamarca, no se decían una palabra, pero cuando se ponían de pie "era como si hubieran terminado una conversación". No menos curiosas deben de haber sido las partidas que no consiguieron enemistar a Beckett y Giacometti, o a Beckett y Duchamp. El autor de Esperando a Godot -¿metáfora de la idea que nunca llega?- jugaba contra su hermano y su tío, que había vencido a Capablanca en unas simultáneas en Dublín. Para referirse a una jugada, en la novela Murphy se habla de la "ingenuidad de la desesperación". Las narraciones de Beckett se leen, indudablemente, como los devaneos de un ex prodigio y en cierta medida parecen copiar el modo y el método del ajedrez: las oraciones avanzan respondiéndose una a la otra, en estricta sucesión, como si hubiera en efecto dos rivales (y sólo dos) que únicamente pueden dar por terminada la narración cuando queden los dos reyes a solas -la escena absoluta- o por repetición de jugadas, típica circunstancia beckettiana. La defensa, de Vladimir Nabokov, es tal vez la ficción que mejor describe el aleteo del descubrimiento del ajedrez en un niño y las posteriores disfunciones de un gran maestro, aunque omite el salto de un punto a otro. Omisión que, presumamos, justifica el que se trate de un prodigio, para quien todo son atajos.
Fueron muchos los escritores que leconsagraron horas al ajedrez y lo tradujeron en sus páginas: Lewis Carroll, Raymond Roussel, Rodolfo Walsh, John Healy, Braulio Arenas, Juan José Arreola, entre otros. Científicos como Alan Turing, filósofos como Wittgenstein y Daniel Dennett. Una de las analogías que rige El sobrino de Rameau, de Diderot, es el ajedrez. Más cerca, Silvina Ocampo escribía: "El jugador de ajedrez, el matemático, el equilibrista, actúan limpiamente; mientras cumplen su trabajo no tiene tiempo de ser morbosos: cabría decir lo mismo de los autores de novelas policiales". En Las ciudades invisibles, de Italo Calvino, leemos:
En adelante Kublai Kan no tenía necesidad de enviar a Marco Polo a expediciones lejanas: lo retenía jugando interminables partidas de ajedrez. El conocimiento del imperio estaba escondido en el diseño trazado por los saltos espigados del caballo, por los pasajes en diagonal que se abren a las incursiones del alfil, por el paso arrastrado y cauto del rey y del humilde peón, por las alternativas inexorables de cada partida. El Gran Kan trataba de ensimismarse en el juego, pero ahora era el porqué del juego lo que se le escapaba. El fin de cada partida es una victoria o una pérdida: ¿pero de qué? ¿Cuál era la verdadera apuesta?
Naturalmente, la visión de los grandes maestros es más puntual. Para J. H. Donner, "hay un gran encanto en las partidas en las que uno de los oponentes no juega con sensatez y sin embargo gana... Es mucho más fácil ganar una posición un poco inferior que una de tablas clavada. Nadie piensa cuando va ganando. Sólo se piensa cuando algo va mal. Siempre ha sido muy difícil para mí liquidar a un adversario. ¿Para qué ganar si ya probaste ser el mejor de los dos?". Provocador, Donner señaló una vez que el ajedrez es en realidad un juego de azar: lo que hará el otro no se puede saber.
Con respecto a las virtudes pedagógicas del juego, Panno opina que "el ajedrez es una herramienta formidable, ayuda a razonar. Es una escuela de responsabilidad porque prepara a los chicos a tomar decisiones". Para Larsen, que un chico nunca llegue a conocer el ajedrez es una catástrofe, "algo tan malo como un niño que no conoce lo que es un caballo o un piano".

Vocaciones derrotadas
El de ser jugador de ajedrez es un sueño que me persiguió sigilosa, persistentemente, y que acaso todavía no he abandonado. Hubo un momento crítico, hacia los doce, trece años, en que habría querido torcer el destino (entonces, ahora) y dedicarme incondicionalmente al ajedrez. La decisión de hacerlo -el coraje para saltar al vacío- era lo que faltaba, porque a decir verdad, lo que faltaba era el talento prodigioso que anula la indecisión de antemano, sobrepasándola e imponiéndole un porvenir. No tenía la madurez -no veo otra palabra- con que hoy veo y estudio el ajedrez (distinto, por cierto, al nivel con el que lo juego). Siempre seré un jugador mediocre: ansío salir rápido de la apertura, confío demasiado en la combinatoria -sobre todo, de la mano de la pareja de caballos- y en el sacrificio atropellado. Sigo sin descifrar aquellas horas que recuerdo, en passant, en Villa Gesell, encorvado sobre un tablero en un chalet cerrado mientras toda la familia partía a la playa. Casi un verano entero jugando a solas, reproduciendo partidas, haciéndome pasar por este y aquel jugador, reviviendo torneos remotos en un teatro privado: un solo titiritero para treinta y dos marionetas. Cultivando una larga obsesión por los nombres extranjeros, no importa de qué origen. Húngaros como Lajos Portisch y Zoltan Ribli, holandeses como Max Euwe y Jan Timman. Ajedrecistas que alcanzaban la categoría de criaturas fantásticas, como el papirólogo y especialista en jeroglíficos Robert Hübner, o los encendidos precursores Tarrasch y Schlechter. Embobado con topónimos (tara que sigo puliendo), desde el balneario de Gesell extendía tentáculos invisibles a otros: Mar del Plata, Palma de Mallorca, Wijk aan Zee, Oostende, Eastbourne, Hastings. "Muchos balnearios he recorrido durante mi vida, pero ninguno tan extravagante, abrumador y decadente como Mar del Plata. En cuanto al ambiente, se parece en algo a nuestro Oostende, pero diez veces más grande", cuenta Timman, y confiesa que recobraba fuerzas nadando en el mar.
En sus Smoking Diaries, Simon Gray revela que las partidas contra su hermano terminaban con los dos rodando por el piso, pateándose, tirándose piñas, agarrándose del cuello, y que cuando jugaba contra su padre, intentaba hacer trampa, pero no calculaba las consecuencias de haber cambiado una pieza de lugar y volvía a perder. Del otro lado del Canal de la Mancha, a los cuatro años, un niño sonámbulo llamado Max Euwe se levantó de la cama y fue a despertar a su madre para decirle: "Mamá, al rey le dieron jaque mate". Ese pequeño holandés mal dormido se consagraría campeón del mundo.

Reyes sin corona
Frente a mí tengo al ganador de innumerables torneos en los años 60 y 70, de quien Donner decía:
Tiene en abundancia una cualidad que es más inusual entre jugadores de ajedrez que lo que se supondría. Siente un gran placer al jugar al ajedrez. Es uno de los poquísimos jugadores que conozco para quienes ganar es menos importante que jugar. Y, es notable, jugadores así ganan con más frecuencia.
Bent Larsen me mira sin parpadear y responde: "Juego todas las posiciones, lo único que me disgusta es hacer tablas". Le pregunto qué es lo que hace a un gran maestro: "Probablemente algo en el carácter". Autor de un compendio excepcional, Larsen?s Selected Games, entre sus admiradores contó con Marcel Duchamp, que una vez le dijo "de todos los pintores, algunos son artistas, pero todos los jugadores de ajedrez lo son".
Holanda es el país al que Heine decía que, si el fin del mundo estuviera cerca, emigraría de inmediato, porque allí todo sucede cincuenta años más tarde. En ajedrez ha sido todo lo contrario; parece ser, incluso, el corazón secreto de su reloj. La pasión que despierta en ese país es comparable a la que provoca en Islandia (dos países que flotan) y se nota en la excelente revista y editorial New in Chess, en los cafés de Ámsterdam, en los torneos de Hoogeveen, Groningen y Wijk aan Zee. En Holanda se refugiaron, después de la Primera Guerra Mundial, Lasker, Reti, Maroczy. En la Olimpíada de Buenos Aires de 1939, Capablanca decía en el diario Crítica que "Holanda es un país en el que el ajedrez se ha desarrollado a un nivel que secunda sólo a la Unión Soviética, y si se tiene en cuenta que se trata de un país pequeño, perfectamente podría llamárselo la nación más ajedrecística del mundo". Esos territorios bajos, anegados, tal vez hayan dado al mejor escritor sobre ajedrez hasta la fecha, J. H. Donner, cuyos artículos se recopilaron en el extraordinario The King. En 1955 decía esto del argentino Panno:
Su principal fortaleza es saber que una partida se juega sobre el tablero, entre dos jugadores, y que la voluntad de ganar es más importante que las ideas brillantes, la voluntad de ganar y la confianza absoluta en las propias capacidades. Su mayor fortaleza -y debilidad- reside en mezclar la confianza con la confianza excesiva. Éste es el sello de los grandes campeones.
Donner vino con el equipo holandés a la Olimpíada Mundial que se jugó en 1978 en Buenos Aires y aquí este barbado fue el primer occidental en perder contra un maestro chino. (A propósito, en un cuento de Julian Maclaren-Ross, dos chicos están jugando una partida y uno le dice al otro que mire la barba del rey, porque "por supuesto que tiene barba, necio, las barbas van con el ajedrez. Todos los ajedrecistas tienen barba".) En The Human Comedy of Chess, Hans Ree comenta:
Donner una vez declaró que era probablemente el único maestro en saber la fecha exacta del día en que aprendió las reglas del ajedrez. Fue en el colegio el 22 de agosto de 1941, cuando tenía catorce años. Lo recordaba con claridad porque cuando regresó a su casa ese día le dijeron que su padre había sido arrestado por los alemanes y deportado.
El ser humano parece ser más exigente, más preciso, cuando se ocupa de lo improductivo: contemplar unas rocas, unos insectos, unas piezas sobre un tablero. Su fervor por lo intangible es capaz de llevarlo a la cima de la perseverancia y la vanagloria más misteriosas. En una clase, Bent Larsen habló del día que Emanuel Lasker perdió una partida en unas simultáneas y los organizadores no se atrevieron a anunciarlo: "Por los altoparlantes dijeron: "Treinta y nueve partidas ganadas, una partida tablas". No hubo aplausos". Larsen no oculta sus lágrimas: "Cada vez que pienso en eso, lloro. No entiendo a los actores cuando dicen que necesitan diez minutos y una luz especial y otras cosas para emocionarse. Pienso en eso y lloro enseguida". En esta inmediata y profunda comprensión del sentido del orgullo y de la humillación, en la reverencia de un maestro por otro, se me ocurre que residen al menos dos de los secretos de un arte que no tiene fin. El ajedrez: novela de suspenso entre dos lectores que tratan de adivinarse, cuyo vencedor será el que mejor lea al otro, el que se convierta en el verdugo.

ROBAN UNA COLECCIÓN MILLLONARIA DE CUADROS DE ANDY WARHOL


El Mundo, Madrid, España, 12Sep09
Foto: Algunas de las piezas robadas. | Ap
Hay una recompensa de un millón de dólares para toda información valiosa
Las obras son 10 piezas de una colección de retratos de deportistas famosos
Efe | Los Ángeles
Una colección del artista Andy Warhol, valorada en miles de millones de dólares, fue robada la semana pasada en un hogar al oeste de Los Ángeles, según publica el periódico 'Los Angeles Times'.

Los cuadros robados incluyen 10 piezas pertenecientes a una colección de retratos realizados a famosos deportistas, como el ex boxeador Muhammad Ali, el ex baloncestista Kareem Abdul-Jabbar o la ex estrella del fútbol americano O.J. Simpson.
la encargada de la residencia, propiedad del coleccionista de arte Richard Weisman, se percató de la ausencia de varias piezas el pasado 3 de septiembre, según explicó el detective Donald Hrycyk, de la policía local, quien manifestó que la entrada no había sido forzada.
La decena de retratos formaban parte de una colección que adornaba las paredes de la casa, aunque otros cuadros de Warhol que colgaban en otras zonas de la vivienda no sufrieron ningún desperfecto.
Por el momento no hay pistas que conduzcan a posibles sospechosos, según Hrycyk.
Weisman, amigo personal de la figura del arte 'pop' estadounidense, había abandonado la residencia un día antes de que encargada de la casa se percatase de la desaparición de la colección, por lo que se desconoce cuándo ocurrió el robo exactamente.
Una fuente anónima ha establecido una recompensa de un millón de dólares para cualquier información que conduzca a la recuperación de la colección. Weisman comisionó las pinturas del artista a finales de la década de 1970, cuando el artista produjo cientos de obras para quienes podían abonar la cifra de 25.000 dólares que cobraba por cada retrato. El valor exacto de la colección que ha desaparecido se desconoce, pero se habla de miles de millones de dólares.

¿QUÉ DIABLOS ES SER LATINO?


El Mundo, Madrid, España, 12Sep09
Latinos agitan banderas de EEUU y México durante una manifestación. | AP
Es el término de moda entre lingüistas e historiadores en Europa y América
Jorge Barreno | Miami
Para unos, latino es el que baila salsa, merengue, tango o reggeatón. Para otros, latino es el que disfruta de la vida sexual, cultural y social, toma tapitas o trabaja poco. O el que habla en 'spanglish'. O el que vive en los países mediterráneos cuyas lenguas provienen del latín. Las posibilidades de ser latino son, como los colores y las culturas, numerosas. "Perteneciente o relativo a la lengua latina". "Natural de los pueblos de Europa y América en que se hablan lenguas derivadas del latín". Nos hallamos ante dos de las diez acepciones que aparecen en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española. Pero, ¿qué significa latino para los latinoamericanos?

Una historia común
"Creo que a todos los latinos nos marca la historia común que comparte el continente. Una historia demasiado similar. Compartimos un imaginario colectivo, el mestizaje, la conquista, la colonización, la formación de los estados", reconoce Marilén Llancaqueo, licenciada de Psicología por la Pontificia Universidad de Valparaíso (Chile) y descendiente mapuche. "Como perteneciente a la comunidad mapuche siento una conexión directa con el continente", aclara.

"Cuando estuve exiliada en Suecia con mi familia, debido a la Dictadura de Pinochet, había una unión muy poderosa entre la comunidad latina", manifiesta. "Ahora sucede lo mismo con la cultura, principalmente con la literatura. Julio Cortázar, Pablo Neruda, Vargas Llosa… A veces no sabemos su nacionalidad pero sí que son latinos", matiza la porteña. "Lo mismo ocurre con la música o el cine latinos".
Con el paso del tiempo, Marilén cree que se ha producido una folclorización de los pueblos latinoamericanos. "Para muchos la palabra latino se ha convertido en un producto registrado que designa un tipo de música, de comida, un estilo de vida cuya actividad preponderante es pasarlo bien".
Unos pocos miles de kilómetros hacia el noreste nos topamos con Amaru Lariku, un cocalero de Coroico, una localidad cercana de La Paz, capital funcional, no administrativa, de Bolivia. Al contrario que Marilén, este representante de la comunidad aimara, integrada por más de 1,5 millones de personas, no se siente nada latino. "Yo soy aimara. Mis padres lo eran y los abuelos de mis abuelos también. Antes de que los españoles arribaran a estas tierras mis ancestros ya cultivaban coca y subían a las montañas con sus llamas. Los colonizadores nos impusieron sus reglas, reglas que no tienen nada que ver con nuestra forma de vida.
Sólo pedimos que se respete a nuestro pueblo", declara categórico este protector de la pachamama (madre tierra).
Los latinos en EEUU
El lío crece si continuamos nuestro viaje hacia el norte. En Estados Unidos el término latino (Hispanic) se aplica a los ciudadanos estadounidenses de diversas etnias, con algún antepasado u origen español o hispanoamericano. Fuentes del Servicio de Inmigración de este país reconocen que en el censo que se lleve a cabo durante el próximo año se puede llegar hasta 60 millones de latinos, es decir, hispanoparlantes.
Pero… ¿y las nuevas generaciones nacidas en el país de los sueños que difícilmente chapurrean el idioma de sus antecesores…? ¿Son latinos? ¿Y los inmigrantes que proceden de países cuyas lenguas vernáculas derivan del latín, como por ejemplo los franceses, los italianos, los portugueses, los rumanos y algunos más? ¿Son latinos?
"La generalización del término latino o latinoamericano puede generar una cierta imposición y una gran confusión, por tal razón se debe tener mucho cuidado con su uso. Desde mi punto de vista el latino es un individuo que procede de la cultura latina, luego tiene poco que ver con el oriundo americano, aunque hable español. Puede ser hispanohablante pero no latino", manifiesta Andrew Lynch, profesor de Herencia Cultural Española en la Universidad de Miami.
Es decir, si hablo chino, ¿necesariamente soy chino? De hecho, los puertorriqueños consideran a sus compatriotas -nacidos en nueva York, Chicago o Los Ángeles- estadounidenses y no puertorriqueños, por mucho que se empeñen artistas como Jennifer López o Marc Anthony, a los que llaman despectivamente nuyoricam. (Puertorriqueños nacidos en Nueva York).
Y los españoles, ¿son latinos? "A nosotros nos llega España con una idea de purismo, como algo homogéneo, plano, puro, como si se tratara de una raza propia. Creo que aún tiene que ver con la idea de conquista, sin entender que se trata de una gran mezcla. En Chile aún se refieren a España como la madre patria", explica Marilén Llancaqueo.

viernes, 11 de septiembre de 2009

LOS HUMANOS SE HACÍAN ROPA CON LINO HACE 34.000 AÑOS



El Mundo, Madrid, España, 11Sep09
Dos fibras encontradas en la República de Georgia. | Science/AAAS
Son las fibras de lino más antiguas que se conocen
Se encontraron en la cueva Dzudzuana, situada en una montaña del Cáucaso
Se utilizaron para hacer tejidos o hilo para fabricar ropa, zapatos, o cuerdas
María José Puertas | Madrid




Un equipo de arqueólogos ha descubierto fibras de lino de 34.000 años. Estas fibras, las más antiguas que se conocen, se encontraron en la cueva Dzudzuana, situada en la falda de una montaña del Cáucaso, en la República de Georgia. El hallazgo se publica en la revista Science.
Los investigadores aseguran que estas fibras de lino del Paleolítico Superior no procedían de un cultivo: "Sabemos que es lino silvestre que crecía en las inmediaciones de la cueva, y tras analizarlas con carbono 14 podemos asegurarlo", afirma Ofer Bar-Yosef, profesor de arqueología prehistórica de la Universidad de Harvard y uno de los directores de la excavación. "Lo más probable es que se usaran para hacer tela e hilo con los que fabricar después prendas de vestir, coser piezas de cuero, o atar los paquetes en sus desplazamientos", añade.
"Se trata de una invención muy importante para los primeros humanos", señala Bar-Yosef. Estos inventos aumentaban sus posibilidades de supervivencia y además, facilitaban su movilidad en esta región montañosa de duras condiciones climatológicas. Con ropa y zapatos de más calidad podían soportar mejor el frío, y con paquetes mejor atados podían moverse más cómodamente, una ventaja importante para una sociedad de cazadores-recolectores. Los arqueólogos también averiguaron que algunas fibras se utilizaron para hacer cuerdas o cadenas porque estaban torcidas. Otras eran de color negro, gris, turquesa o rosa porque estaban teñidas con pigmentos vegetales de plantas de la zona.
Hoy en día, estas fibras no son visibles para el ojo humano ya que los objetos de los que provienen hace mucho tiempo que se desintegraron. Eliso Kvavadze del Instituto de Paleoecología, del Museo Nacional de Georgia fue quien las encontró al examinar con el microscopio las muestras de arcilla de diferentes estratos de la cueva. Fue toda una sorpresa. El objetivo de los científicos era analizar el polen presente en las muestras, como parte de un estudio sobre el medio ambiente y las fluctuaciones de temperatura a lo largo de miles de años. Sin embargo, encontraron estas fibras de lino que superan el récord de antigüedad de las encontradas en Dolni Vestonice, República Checa, que tienen unos 28.000 años.
Este equipo comenzó las excavaciones de esta cueva en 1996, y han vuelto cada año para completar el trabajo. "Queríamos saber cuándo se ocupó la cueva, dónde iban de caza y dónde recolectaban alimentos, qué tipo de herramientas de piedra, hueso y asta usaban, y cómo las usaban, si se ponían colgantes para la decoración del cuerpo... Y al final, encontramos las fibras de lino. Ha sido una sorpresa maravillosa", admite el profesor de Harvard.

martes, 8 de septiembre de 2009

REGRESAN DEL OLVIDO LAS PIONERAS DEL ARTE ABSTRACTO

La Nación, adnCULTURA, Buenos Aires, Argentino, 95Sep09
El Malba recupera en una muestra necesaria la producción de Yente y Lidy Prati, dos artistas de culto que transgredieron los códigos estéticos a comienzos del siglo XX y fueron eclipsadas por sus maridos
Foto. SIN TÍTULO. Yente, 1949
Por Alicia de Arteaga
De la Redacción de LA NACION
Conviene comenzar esta historia por el principio. Estamos en la Argentina, primeras décadas del siglo XX. Reina en el gusto local una adhesión natural, y heredada, por el postimpresionismo y la figuración. Fernando Fader goza del reconocimiento público tras su muestra en la galería Müller, y los coleccionistas siguen la brújula de la pintura española de la luz, encabezaba por el valenciano Joaquín de Sorolla y Bastida, que ha pintado, entre otros, los retratos de los Errázuriz, el embajador don Matías y su mujer Josefina de Alvear, responsables del encargo del majestuoso palacio diseñado por Sergent, hoy Museo Nacional de Arte Decorativo.

En ese escenario expone Pettoruti en Witcomb de la calle Florida, a su regreso de Europa. Llega con Xul Solar en el vapor Vigo y trae en su equipaje pictórico la influencia fresca de los futuristas, con el dinamismo rabioso y el amor a la máquina que sacude las estructuras del arte. El platense fue recibido poco menos que a las patadas tras la apertura de la muestra. La crítica conservadora lo inmola y los "progres" ven en su obra "el espíritu de lo nuevo".

En estas filas militan Córdova Iturburu, Ricardo Güiraldes, Pedro Henríquez Ureña. La obra de Emilio Pettoruti, por lógica, es preludio y prólogo en la muestra del Malba, consagrada a las pioneras abstractas Yente y Lidy Prati. Fuerza centrífuga y Dinámica espacial , ambas de 1914, abren la exposición junto a la imagen archiconocida Vallombrosa (1916). Dos trabajos de Juan Del Prete justifican su lugar solitario en el accidentado camino de la abstracción. Del Prete firma Abstracción , pintura matérica del ?33, y una escultura de alambre del mismo año que de manera inevitable recuerda a Enio Iommi. Lidy Prati y Yente reinan silenciosamente en esos años con argumentos y situaciones vitales totalmente diferentes. Irrumpen en la escena transgrediendo los códigos estéticos imperantes, con una obra poderosa, audaz, contemporánea y deslumbrante, que desde hace pocas semanas se exhibe en las salas del Malba con una enorme repercusión de público y crítica. Pero son los artistas de las nuevas generaciones, embanderados en la abstracción geométrica, en el minimalismo dominado por la línea pura -ese ejercicio en el que Lidy Prati descolla- quienes se rinden ante la evidencia de una obra de quilates. Siquier, Avello, Burgos, Lacarra, Sagastizábal y Beto de Volder militan en una estética que hace de la geometría un mundo de pertenencia abordado con tonos y matices diversos. El recuerdo y reencuentro con la obra de Prati, esos arabescos caprichosos o los abigarrados círculos hechos con birome sobre papeles de cuaderno (N. de la R.: recuerdan la obra de Louise Bourgeois seleccionada por Robert Storr para la 52a edición de la Bienal de Venecia) fueron tema de conversación con De Volder en la trastienda de Palatina el día de la apertura de su última, imperdible, muestra. La abstracción geométrica es el sueño de un país en tiempos de cambio o es, acaso, la "construcción" de un mundo inventado, en lugar de la representación de un planeta diezmado por la peor de las guerras. Es oportuna la definición de abstracción de Gilles Deleuze que recoge Mario Gradowczyk en su libro Arte abstracto. Cruzando las líneas desde el sur : "El arte abstracto es una línea de dirección variable, que no traza ningún contorno y no limita ninguna forma". Sin olvidar la distancia que separa la abstracción geométrica de Mondrian y Malevich de la abstracción lírica de Vassily Kandinsky. Prati y Yente han sido todos estos años, más de sesenta, artistas secretas, reinas del misterio, abstractas puertas adentro, aunque figuren en el canónico libro de Jorge López Anaya. Su condición de pioneras de la abstracción es reconocida en el mundo de los iniciados, pero su legado artístico era desconocido, hasta hoy, por el gran público.
Con las pruebas a la vista, sus obras crecen en la dimensión del tiempo impulsadas por el reconocimiento que la abstracción latinoamericana ha ganado en los museos de todo el mundo, y en el mercado, a partir de una tarea ciclópea emprendida en varios frentes. Desde la venezolana Patricia Phelps de Cisneros, empeñada en revalorizar la obra de Soto, Gego, Cruz Diez y Mira Schendel (1919-1988), una de las más exquisitas artistas brasileñas del siglo XX, cuyas obras pueden dialogar en plano de igualdad con las pioneras argentinas. La cruzada de Patricia Cisneros por "remapear" el arte latinoamericano ha tenido un claro objetivo: cortar de cuajo con la idea de que América latina sólo puede producir un arte folk , ligado al cliché del costumbrismo, al color local de Frida y sus epígonos, inspirado en la naturaleza exuberante como único libreto.
Dos años atrás, Patricia Cisneros hizo de guía en la muestra de su colección exhibida en Nueva York, mientras que el MoMA tiene ya en sus filas un curador consagrado al arte producido al sur del Río Grande: Luis Pérez Oramas. El asombro por la imaginación pródiga y temprana de los constructivos, concretos y Madí justifica la pasión con que abrazó la millonaria venezolana la causa de la abstracción. Mención aparte merecen la gestión de Mari Carmen Ramírez y Gabriel Pérez Barreiro en la relectura del arte latinoamericano del siglo pasado.


Estamos ahora con Yente y Prati. Fue Adriana Lauría, curadora e historiadora, quien acercó el proyecto de recuperar el legado de Yente en una gran muestra y quien trabajó con ahínco para darle forma a esta exposición necesaria, con la colaboración de María Amalia García, bajo la mirada erudita del curador jefe del Malba, Marcelo Pacheco.
El montaje de Gustavo Vázquez Ocampo, como en anteriores oportunidades, guía el ojo del espectador en un recorrido donde el color, la luz y los planos facilitan el acceso a las claves secretas y a la originalidad de la obra de Yente y Prati. Mujeres enamoradas, ambas quedaron eclipsadas por la poderosa presencia de sus compañeros en la vida y en el arte, Juan del Prete y Tomás Maldonado. Del Prete y Yente son una pareja para toda la vida. No tuvieron hijos. Ambos alimentaron con disciplina y rigor un guión inventado en la intimidad: él era el artista, ella lo acompañaba. Hoy se sabe que a fines de los treinta, Yente produjo una obra de avanzada. Incursionó con su propio discurso en la abstracción, resuelta en la graduación de la paleta y en el uso de soportes diversos, para avanzar en un territorio desconocido y minado. Nacida en 1905 como Eugenia Crenovich, es segunda generación de ucranianos que llegaron al país para instalarse en las colonias del barón Hirsch. Recibió una formación humanista, en la que el arte ocupaba un lugar importante. Podían faltar muchas cosas, pero el aprendizaje era una prioridad sin licencias. Estudió con Vicente Puig (maestro de maestros) y siguió los estudios en Chile, donde tuvo como compañero nada menos que a Roberto Matta Echaurren, el surrealista chilenísimo que más tarde sería reconocido como Matta, a secas, y "nacionalizado" francés, hasta el punto de representar a Francia en una edición de la Bienal de Venecia.
La de Yente es la historia de la mujer que se enamora del artista, de la obra de Juan Del Prete, antes de amar al hombre con quien compartirá su vida y por quien voluntariamente dejará su vocación en segundo plano. Busca una imagen propia desde la abstracción orgánica (formas suspendidas que flotan en la tela) hasta una geometría transida de maravillosos sentimientos, pictórica.
Cronológicamente, la abstracción tiene fecha de partida en 1933 con la muestra de Juan Del Prete, en Buenos Aires. Este esfuerzo se continúa con la generación de la revista Arturo a partir de la cual se crea la Asociación de Arte Concreto-Invención, integrada, entre otros por Maldonado, Hlito, Prati, Girola y Iommi; vendrá luego su derivado en el movimiento perceptista con Raul Lozza y los madí: Arden Quinn, Kosice, Rembrandt Lozza, Manuel Espinosa y, más tarde, Juan Melé y Vardanega. El crítico Aldo Pellegrini se convierte en un promotor de la abstracción. En 1952 organiza el grupo de artistas modernos, al que se suman los independientes que entregan sutiles toques de sensibilidad: Fernández Muro, Sarah Grilo y Miguel Ocampo.
* * *
¿Qué circula entonces por Buenos Aires? Pocos libros importados de Francia y Suiza, y algunas revistas como Verbe , Art d´aujourd´hui , L´oeil . La "batalla de Buenos Aires", como llama el crítico Damián Bayón al enfrentamiento de figuración-no figuración; geometría-arte concreto tiene como escenario los bares de la calle Corrientes y como plataforma revistas que mueren en el número uno pero garantizan el espacio para expresar un ideario. Arturo , revista de artes abstractas, debe su nombre a la estrella anaranjada de la constelación de Boyero. Los "manifiestos" de este grupo de artistas, al que se suma el psicoanalista Pichon Rivière, la fotógrafa Grete Stern y el escritor Witold Grombowicz plantean como punto de partida el concepto de "invención" opuesto al de "expresión". A pesar de la falta de información, interesan el constructivismo ruso, Torres García y la obra del chileno Vicente Huidobro. Arturo gana la calle con el diseño de tapa de Tomás Maldonado. Las viñetas están firmadas por su mujer, Lidy Maldonado, luego Lidy Prati. En ese contexto cobra protagonismo la figura de Ignacio Pirovano, coleccionista y mecenas, fundador de la Casa Comte, con su hermano Ricardo y su cuñada Celina Arauz, decana de la decoración en la Argentina. Allí cuelgan sus obras los primeros concretos. Ignacio Pirovano acerca la obra del belga Vantongerloo y en los 80 deja un valioso legado al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. La muestra Yente-Prati hubiera sido una oportunidad única para establecer una línea de comunicación entre el Mamba y el Malba que potenciaría la colección del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, si no padeciera el mal crónico de edificio "fantasma" y el síndrome de una ampliación interminable.
Juan Del Prete nació en el seno de una familia pobre, en Vasto, Italia. Emigró muy joven a la Argentina y se instaló con su familia en La Boca, donde su padre abrió un taller de reparación de zapatos. En 1930 viajó a París, con el dinero ganado con la venta de unos cuadros y la ayuda de Amigos del Arte. Allí conoce a Torres García y participa de la muestra Abstracción-Creación en un recorrido que abarca trabajos de Mondrian, Max Bill, Vantongerloo y Jan Arp.
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Yente (1905-1990) es la primera mujer que desarrolla la abstracción en la Argentina, pero a pesar de su condición de pionera su nombre no trascendió del círculo de conocedores. Promovió a Del Prete porque nunca se tomó en serio a sí misma, en el sentido profesional de la palabra. Es la menor de cinco hermanos y conserva el recuerdo del abuelo leyendo la Torá, tradición de judíos ucranianos llegados a las colonias de Hirsch. Cuando trabaja en el taller de la calle Arenales comienza a usar como soporte celotex, un aglomerado barato para hacer obras geométricas desvastando el material. Esos diseños de impronta textil tienen una memoria americanista precolombina: son un repertorio de imágenes que circulaban por el ambiente del arte, una suerte de esperanto plástico. Yente y Prati introdujeron variantes personales al debate sobre la figuración en nuestro país, como lo prueba la muestra del Malba. Antecedentes son las muestras Arte Abstracto Argentino , realizada en forma conjunta por la galería GAMeC, de Bérgamo, Italia, bajo la dirección de Giaquinto de Pietrantonio, y Fundación Proa, de Buenos Aires, presidida por Adriana Rosenberg; las investigaciones y muestras de Nelly Perazzo, bajo cuyo asesoramiento nuestra Cancillería adquirió la colección de arte argentino en tiempos de Guido Di Tella. Perazzo organizó también una recordada exhibición de arte abstracto en la American Society, de Nueva York, en colaboración con Mario Gradowczyk.
El curador Marcelo Pacheco y la investigadora Adriana Lauría colaboraron en la muestra de Bergamo y acercaron la mirada a la obra de Yente. Fue el sabor del descubrimiento. Lauría establece en su texto que "el vínculo conyugal es en parte responsable del eclipse de la figura de Yente. Cuando conocí su obra -escribe- , me dí cuenta de que me encontraba ante uno de los secretos mejor guardados del medio artístico". Yente es el nombre en idish con el que la llamaba su familia. Estudió filosofía en la Universidad de Buenos Aires. Su obra parte de la abstracción postcubismo y constructivismo geométrico, para avanzar luego con una gestualidad afín al informalismo, con gruesos empastes matéricos. Hay que decirlo: la figuración está en el origen de su producción y la mantiene a lo largo del tiempo; conserva una inclinación al dibujo de trazo fino y preciso, con buenos ejemplos en la muestra del Malba.
Las obras forman parte de un legado que custodia la familia, cuyo destino es, por ahora, un enigma. Yente encarna a la artista de origen judío muy estimulada por el entorno familiar, un modelo que se repite en tiempos recientes con artistas de meteórica carrera como Kuitca y Erlich. La muchacha toma clases de dibujo domiciliarias, estudia filosofía y un tío la suscribe a una revista de arte donde "descubre" a Leonardo, Miguel Ángel, Holbein e Ingres; más tarde a Vlaminck y Dufy.
Ignacio Pirovano la invitó a ver la muestra de Del Prete y la química fue inmediata: "Ver sus trabajos fue la lección de mi vida, ese día se abrió un nuevo horizonte", escribirá Yente."
Lidy Prati nació el 9 de enero de 1921 en Resistencia, Chaco, en una familia italiana-suizo-alemana. Su padre, Olindo Prati, oriundo de Longiano, Rimini, y su madre, Hilda Usinger, de Cañada de Gómez. El padre era contador pero se dedicó al desmote y acopio de algodón. Llegó a ser un importante industrial textil, conocido como "el rey del algodón" con catorce desmotadoras. También producía químicos y tenía las concesionarias de Ford e IKA. Dicen que el aporte de don Olindo a la revista Arturo resultó fundamental, aunque el buen diseñador y miltante del PC Tomás Maldonado no hay sido santo de su devoción. A los 6 años, Lidy viajó a Italia. Vivió un año con sus parientes en Rimini y aprendió italiano. De regreso la mandaron a estudiar Rosario a estudiar y a los 15 años partió a Buenos Aires. Fue alumna pupila en las Adoratrices de la calle Paraguay hasta que se mudó a lo de su tío Francisco Prati , empresario, presidente del Grupo Fabril, que vivía con su familia en los últimos dos pisos de Alvear y Schiaffino, estupendo edificio racionalista, donde está hoy la casa Hermès, de París. Se recibió de maestra, sus padres se mudaron a Buenos Aires y todos se trasladaron a Callao al 1300. Lidy conoció a Maldonado en el ?42. Fue, y lo es, un homme à femme , seductor empedernido, elegante hasta el día de hoy, con sus ochenta largos, casado con Inge Feltrinelli, rica editora italiana. En los 40 Lidy tomó clases particulares con Tomás y a pesar de la oposición de la familia se casan y parten a Montevideo. Vivirán un tiempo con los padres de Maldonado frente a Plaza Once; finalmente se instalarán en un departamento de la calle Uriburu, regalo de los padres de Lidy, que será lugar de encuentro con estudiantes de arquitectura como Balliero, Franz Bullrich, Polledo y Borthagaray, que luego formarán la organización de arquitectura moderna (OAM).
En 1952 se separa de Tomás Maldonado, ruptura que tendrá en su vida un alto costo emocional. El diseño será lugar de pertenencia, trabaja con Amancio Williams, diseña la tipografía para el pabellón Bunge y Born de la Rural y, tras la debacle financiera de la familia en el ?64, ingresa en la Cancillería por recomendación de Hernán Lavalle Cobo. Fue secretaria de Fernando Petrella y cofundadora de la revista Artinf con Silvia Ambrosini, Odile Baron Supervielle y Germaine Derbecq, itinerario recogido en la medular investigación de María Amalia García.
El desarrollo del proceso generativo de la forma fue una investigación central en la obra de Lydi Prati, como se ve en Estructura vibracional desde un círculo (1951) obra colgada en el Malba. Tensionar hasta agotar las posibilidades generativas de la forma: solamente ese pequeño e inmenso trabajo, alcanza para medir la estatura plástica de Prati. Además del desencanto por el fracaso sentimental, Lydi, perseguida por altibajos e internaciones psiquiátricas, tampoco pudo superar que Maldonado se uniera a Max Bill en la aventura intelectual de la Escuela de ULM, heredera del Bauhaus. Ella quedó fuera de la experiencia más renovadora del constructivismo en la posguerra.
Desde entonces, su frágil estructura emocional pareció buscar en vano un punto de equilibrio entre su pertenencia de clase y su pertenencia intelectual. No supo, o no pudo, construir otra representación para sí misma y para los demás.

lunes, 7 de septiembre de 2009

BRUSELAS Y GOOGLE ACERCAN POSTURAS


El País, Madrid, España, 08Sep09
La Comisión Europea quiere nuevas leyes de derechos de autor del libro para facilitar procesos de digitalización como el de EE UU - Editores y libreros muestran su rechazo
RICARDO MARTÍNEZ DE RITUERTO - Bruselas -
La controvertida iniciativa de Google para digitalizar libros, cuestionada en duros términos por editores, libreros y algunos Gobiernos de la UE, ha llevado a la Comisión Europea a plantearse la necesidad de actualizar la legislación sobre derechos de autor para adaptarla a los desafíos de la era digital. "Si la UE lo logra se podrían sentar las bases para una nueva era de crecimiento cultural en Europa", aventuran los comisarios Viviane Reding y Charlie McCreevy. No es un problema de fácil solución. "Lo que deben hacer los comisarios es construir sobre lo existente y dejarse de seguir modelos extranjeros", replicaba ayer mismo Olga Martín Sancho, representante de la Federación Europea de Editores.

La Comisión organizó ayer una audición de las partes integrantes del mundo editorial europeo (autores, editores libreros, bibliotecarios, Gobiernos); el objetivo: examinar a fondo las repercusiones en Europa del polémico acuerdo alcanzado por Google Books con los editores y autores americanos para digitalizar y comercializar inmensos fondos de libros de dominio público (cuyo derecho de propiedad intelectual privado ha caducado) o huérfanos (que no tienen derechohabiente claro) en todo el mundo.
El acuerdo ha levantado ampollas en Europa, con acusaciones próximas a la piratería intelectual contra Google, pero ha dejado en evidencia una vez más la agilidad del sistema americano frente al retraso, la parsimonia y la fragmentación del modo de hacer europeo.
La Comisión se alineó ayer con el sistema americano a través del comunicado conjunto que emitieron la comisaría de Sociedad de la Información y el responsable de Mercado Interior y que debió de sonar a música celestial en los oídos de los responsables de Google. "Nuestro objetivo es acabar con los viejos estereotipos que han entorpecido el debate en el pasado y centrarnos en encontrar la mejor solución que la tecnología de hoy nos permita para el futuro", anunciaron Reding y McCreevy. A su juicio, la UE necesita un nuevo marco legal que catalice un desarrollo de servicios semejante al facilitado por el acuerdo que Google acaba de conseguir en EE UU.
"La digitalización de libros es una tarea hercúlea que el sector público necesita guiar", señalan los comisarios, antes de abrir el resquicio por el que se cuela Google o cualquier otro que se atreva con el desafío: "Pero también necesita apoyo del sector privado".
Según Reding y McCreevy "ha llegado la hora de reconocer que la asociación entre organismos públicos y privados puede combinar el potencial de las nuevas tecnologías y las inversiones privadas con las ricas colecciones que las instituciones públicas han formado a lo largo de los siglos. Si somos excesivamente lentos, la cultura europea podría sufrir en el futuro".
Las bases de partida son claras: respeto a los derechos de autor y debida retribución a los creadores, principales beneficiarios de un mejor acceso de los ciudadanos a sus obras digitalizadas, subrayan los comisarios antes de lanzar la bomba: "Necesitamos analizar con atención el régimen de derechos de autor que tenemos en Europa". Y se preguntan: "¿Se adapta a la era digital?". "Ésa es la cuestión: hasta qué punto la concepción jurídica del derecho de autor a la europea se presta a la explotación digital", responde Milagros del Corral, directora de la Biblioteca Nacional de España.
En conflicto entran los intereses de las diversas partes, como se vio en el debate de ayer. Los autores son más favorables a la innovación tecnológica que dé nueva vida a sus obras. "Los autores de libros descatalogados vemos que nuestras obras llegan a un mercado completamente nuevo", comentó el escritor James Gleick, defensor de Google Books. Pero editores y libreros temen que la irrupción del gigante les robe negocio: Antonio Ávila, de la Federación de Gremios de Editores y Libreros de España, acusó a Google de violar los derechos de autor y el convenio de Berna al tomar la iniciativa de escanear libros en EE UU sin consultar previamente a los derechohabientes europeos.
El representante francés, procedente de Hachette, abundó en la idea y adelantó que Francia ira hasta el final para que tal acuerdo no afecte a libros y autores franceses. Para los editores, el acuerdo de Google en EE UU no es aplicable en Europa.
Olga Martín Sancho, de la Federación Europea de Editores, estaba incómoda con la Comisión. "Espero que tenga en cuenta la posible infracción del convenio internacional sobre derechos de autor", en referencia a la iniciativa de Google, y no ocultó su desacuerdo con la idea de replantearse la adaptación a la era digital de la legislación europea. "No hace falta reabrir la directiva de derecho de autor de 2001, que fue muy difícil de negociar. Sobre ella deberían construir Reding y McCreevy y no sobre acuerdos extranjeros".
Dan Clancy, el ejecutivo responsable de Google Books que ayer llevó el peso de la audiencia en Bruselas, hizo un gesto hacia los editores. Prometió, en un comunicado por carta, que ningún libro que esté comercializado por los canales clásicos en Europa será digitalizado por Google Books, aunque no esté en circulación comercial en Estados Unidos. A los editores no les pareció suficiente.

Un embrollo económico-cultural
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Vivianne Reding y Charles McCreevy, comisarios de la UE para la Sociedad de la información y el Mercado interior se mostraron ayer favorables a modificar el marco legal europeo en materia de derechos de autor del libro. El objetivo: unificar criterios y permitir las negociaciones de cara a un futuro proceso de digitalización (similar al puesto en marcha en EE UU por Google) para que millones de usuarios puedan acceder en formato electrónico a títulos difíciles o imposibles de encontrar en el mercado.
- El acuerdo alcanzado el año pasado en EE UU entre Google Books, autores y editores para escanear y lanzar a la Red 10 millones de libros (Google pagó por ello 98 millones de euros) ha contado en Europa con el escepticismo de países como Alemania y Francia. En España, el Ministerio de Cultura se mostró ayer "partidario de aprovechar todas las oportunidades que ofrecen las tecnologías para una mayor difusión de la cultura, pero respetando siempre los derechos de propiedad intelectual y los derechos de los consumidores".
- Un juez estadounidense deberá decidir el próximo 7 de octubre sobre la legalidad o no del acuerdo comercial fraguado por Google Books.
- La Federación de Gremios de Editores y Libreros de España ya ha hecho saber su oposición frontal a que la UE copie el modelo de Google Books. Acusan al buscador de "violar los derechos de autor y el convenio de Berna al escanear libros en EE UU sin consultar a los derechohabientes europeos".

Nota de Clave 88: entrada de Clave 88 EL INTENSO PRESENTE DEL LIBRO FUTURO relacionada con el tema, hacer clic.