sábado, 24 de marzo de 2012

LOS CARTELES FAMOSOS Y CLÁSICOS Y SUS FIGURAS VERDADERAS

spanish.china.org.cn, Beijing, Editor: Rui Dong, 13Mar12
CHINA MIRA CARTELES OCCIDENTAL... PERO ATRAZA EN EL TIEMPO... ¿NO?
















lunes, 5 de marzo de 2012

LA FOTÓGRAFA DE LAS MIL MÁSCARAS


Raquel Quílez | Madrid.- Actualizado domingo 04/03/2012 07:48 horas
Prótesis, pelucas, disfraces, maquillaje... Cindy Sherman (Nueva Jersey, 1954) lleva tres décadas jugando a 'travestirse' frente a la cámara. Frente a su cámara. Ha sido prostituta, pin up, víctima de la moda, payaso, dama decrépita de la alta sociedad... Un juego irreverente y de apariencia inocente que oculta más de una crítica a la sociedad que somos.


El The Museum of Modern Art de Nueva York (MOMA) recorre ahora -y hasta el 11 de junio- esos años de trabajo a través de 170 imágenes -la mayor retrospectiva que se le ha dedicado hasta la fecha-, en las que se ve su evolución desde mediados de los 70. En ellas, Sherman asume todos los roles: fotógrafa, modelo, directora de arte, maquilladora, estilista y peluquera. Nadie más que ella interviene en el proceso.
Pionera del postmodernismo, Sherman ha puesto el ojo de mira en la industria de la moda y la perversa construcción de la femineidad. En sus esperpénticos autorretratos se percibe una sátira hacia las mujeres obsesionadas con la juventud, que recurren al excesivo maquillaje, al bótox, a la silicona o a la cirugía estética. Y al mundo de la moda, que puede no ser tan bello como lo cuentan.

De payaso a dama pictórica
Pero no han sido sus únicos 'personajes'. En la retrospectiva se incluyen las míticas 'Untitled Stills' -ninguna de sus fotografías está titulada-, que comenzó a disparar a los 23 años inspirándose en las películas en blanco y negro de las décadas de los 50 y 60, adoptando clásicos papeles femeninos en decorados de películas que nunca existieron.
Fue el trabajo que lanzó su carrera y la convirtió en el icono visual que es hoy. También las fotografías que tomó por encargo de la revista 'Artforum' a principios de los 80, en las que asume los papeles de fotógrafo y musa en un ambiente que retrotrae al barroco, el renacimiento, el rococó o el neoclasicismo.

O sus retratos históricos (1988–1990), en los que asume el papel de protagonista de diversos cuadros famosos. Hay imágenes de las series'Cuentos de hadas', 'Catástrofes', 'Imágenes de sexo' o la que dedica a los payasos, centrada en captar estados de ánimo que van desde la pasión a la tragedia. Y no faltan sus trabajos más recientes, de mujeres mayores de la alta sociedad que luchan por no salirse de los estándares estéticos.
Son fotografías pero esconden mucho más: humor, teatro, crítica, misterio... Puro reflejo del histrionismo que nos rodea.