EL PAÍS, MADRID, ÁNGELES GARCÍA - Casablanca - 17nOV11
La Top25Art-Fair y el Foro Casablanca para el desarrollo de industrias creativas de África y el Mediterráneo intentan potenciar la difusión de las culturas comunes en la región.
Pese a la proximidad geográfica, el arte y la cultura en general, que se genera en el norte de África y los países del Mediterráneo no suelen ir de la mano y son muy pocos los artistas cuya obra se conoce a un lado y otro de la región. Pero son muchas las cosas que tienen en común, además de las dificultades de comunicación. La primera edición de la Top25Art-Fair que hoy se ha abierto en Casablanca no cuenta seguramente con los galeristas y artistas de mayor relumbrón, aunque si se exhibe un avance suficiente para conocer lo que se está haciendo en la zona.
La obra de Sami Alkarin, nacido en Irak hace 47 años, residente en Estados Unidos, exhibe en el espacio de Chelsea Art Museum, es una de las pocas que se hace eco de la primavera árabe. Sobre un mapa esculpido en una alfombra de seda deteriorada por el fuego, proyecta tres videos en los que enfrenta el mundo virtual a las imágenes recientes de las cargas policiales sobre caballos y camellos contra grupos de manifestantes.
El horror de lo más antiguo y tenebroso frente a la esperanza de lo que está por llegar, representado en un muñeco virtual que camina rápido y sonriente.
Estamos en Marruecos y aunque la feria cuenta con todas las bendiciones y subvenciones oficiales, y aunque los organizadores aseguran que no hay ninguna censura previa, los temas políticos no son los más abundantes.
Abunda la fotografía
Lo que sí abunda es la fotografía. Uno de los trabajos más deslumbrantes está firmado por el artista marroquí Fouad Maazouz, en la Galerie 38. Sus retratos en blanco y negro de manos entrelazadas o la espalda de un hombre con las chanclas al hombro ocupan la parte central de la feria y la atención de todos los visitantes.
Fotografía también expone Justo Almendros, artista español de 53 años que vive entre Barcelona y Marraquech. Dos dípticos en gran formato y en color hablan del mundo de los niños. Unos en Birmania. Los otros, en una aldea perdida en el Atlas. En ambos casos, primero miran a la cámara. Después le dan la espalda. Aparentemente felices, en la pura observación se descubre que esas expresiones relajadas ocultan los mundos más crudos.
Almendros comparte estudio con otros artistas españoles en Marraquech está satisfecho por este primer encuentro cultural, pese a las dificultades obvias. La crisis y la burocracia han mermado algunas presencias, pero en general, los participantes lo toman con resignación. Una de las galerías víctima de todo ello es la bilbaína Kalao. La obra de los artistas congoleños que pensaban exhibir seguía esta mañana retenida en la aduana a la espera de sellos oficiales y al abrir el stand se encontraron con la desagradable sorpresa de que todos sus catálogos habían desaparecido. Difícil dar a conocer la obra de sus representados a los incipientes coleccionistas marroquíes.
Víctor del Campo, responsable de la Feria y del Foro, vinculado al mundo del arte desde la creación de la Feria Stampa, valoraba esta mañana muy positivamente el resultado. No sólo por la asistencia de la princesa Llala Salma o el embajador de España en Marruecos, Alberto Navarro. "Aquí se está viviendo un ansia de arte similar al de la España de los 80. Casablanca está llena de potenciales coleccionistas deseosos de adquirir obras de arte. Podría haber más y algunos puede que estén de relleno, como ocurre en todas las primeras ferias, pero el nivel es alto y es la primera vez que en Marruecos se celebra una feria de estas características. La de Marraquech es francesa en un 80%. Aquí hay presencia local, con galerías muy potentes y también han venido de Alemania, España, Francia y Estados Unidos. Es una oportunidad muy especial para todos estos artistas".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario