EL MUNDO, Madrid, 27Nov11
Un grupo de 13 mariachis irrumpió en la sala de la convención de la UNESCO en Bali al ritmo de 'El son de la negra', una de las melodías más emblemáticas de este género, para celebrar la decisión de los especialistas de incluir esa música mexicana en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. También ha sido reconocida la equitación de tradición francesa, después de que esta semana se sumaran a la lista las sombras chinas y el ritual de edad de Lovaina.
Interpretación de 'El son de la negra'
Compuesto por música de cuerdas, canto y trompeta, y centrado en la vida en comunidad, el mariachi, a juicio de los especialistas, condensa la identidad mexicana a pesar de que surgió en estados como Jalisco, Nayarit o Michoacán y Colima.
"El mariachi, con el paso del tiempo, se ha ido convirtiendo en algo representativo de todo México", declaró Anna Goycoolea, coordinadora del programa del Patrimonio Inmaterial mexicano y representante de la candidatura en Bali.
La designación del mariachi como patrimonio inmaterial "significa el afianzamiento de este tipo de música y la protección de sus características que corren el peligro de transformarse demasiado, por ser una práctica tan universal y popular", dijo Goycoolea. "Para los mexicanos oír al mariachi es como escuchar el himno nacional, una cuestión de identidad", agregó.
Los grupos musicales mariachis interpretan, además de canciones de su propio género, boleros, rancheras y baladas. "No hay ninguna expresión musical mexicana más difundida por el mundo, y esta universalidad tenía que verse reflejada en la lista de patrimonio inmaterial", indicó el secretario de Cultura de Jalisco, Alejandro Cravioto.
Y añadió que el mariachi acompaña todo el recorrido vital de los mexicanos ya que "está presente desde el bautizo hasta el entierro", y señaló que, junto con la comida, es el único elemento propio que los emigrantes se llevan siempre consigo. También transmitió el compromiso del Gobierno mexicano de proteger y promover los valores culturales del mariachi dentro y fuera del país.
De Amália al mundo
El fado es el estilo musical que mejor encarna el fatalismo portugués. Este género nacido en los barrios humildes de Lisboa y que mediante las ondas de la radio se extendió por Portugal, es habitualmente cantado por un solista acompañado por una guitarra portuguesa y una guitarra acústica.
El alcalde de Lisboa, Antonio Costa, agradeció en la isla indonesia de Bali el reconocimiento a este arte y recurrió a unas palabras del poeta luso Fernando Pessoa para decir que "cuanto más universal sea el fado, más se convertirá en parte de nuestra identidad".
El término fado procede del latín (fatum), con el significado de destino y, a pesar de que sus orígenes no han sido fechados con claridad, los primeros registros de esta expresión se remontan al siglo XIX. Sin embargo, fue en siglo XX que el fado se universalizó gracias a la singular aportación de la cantante Amália Rodrigues (Lisboa, 1920-1999).
La singularidad de Amália, que triunfó en escenarios de medio mundo, contribuyó de manera excepcional al conocimiento del fado fuera de las fronteras portuguesas. Y, precisamente, fue la rasgada voz de Amália cantando "Coração independente" la que culminó la celebración portuguesa en la sala de reuniones del comité de la Unesco en Bali.
México y Portugal han visto reconocidas sus principales tradiciones musicales, el mariachi y el fado, convertidas ya en tesoros universales, como lo es el flamenco desde el año pasado. (NOTA DE CLAVE 88: Y COMO ENTRE OTROS, LO ES EL TANGO RIOPLATENSE DESDE 2009).
Junto a ellas, otras dos tradiciones iberoamericanas: el saber tradicional de los chamanes jaguares del Yuruparí de Colombia y el peregrinaje al santuario del Señor de Qoyllurit'i de Perú.
Un grupo de 13 mariachis irrumpió en la sala de la convención de la UNESCO en Bali al ritmo de 'El son de la negra', una de las melodías más emblemáticas de este género, para celebrar la decisión de los especialistas de incluir esa música mexicana en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. También ha sido reconocida la equitación de tradición francesa, después de que esta semana se sumaran a la lista las sombras chinas y el ritual de edad de Lovaina.
Interpretación de 'El son de la negra'
Compuesto por música de cuerdas, canto y trompeta, y centrado en la vida en comunidad, el mariachi, a juicio de los especialistas, condensa la identidad mexicana a pesar de que surgió en estados como Jalisco, Nayarit o Michoacán y Colima.
"El mariachi, con el paso del tiempo, se ha ido convirtiendo en algo representativo de todo México", declaró Anna Goycoolea, coordinadora del programa del Patrimonio Inmaterial mexicano y representante de la candidatura en Bali.
La designación del mariachi como patrimonio inmaterial "significa el afianzamiento de este tipo de música y la protección de sus características que corren el peligro de transformarse demasiado, por ser una práctica tan universal y popular", dijo Goycoolea. "Para los mexicanos oír al mariachi es como escuchar el himno nacional, una cuestión de identidad", agregó.
Los grupos musicales mariachis interpretan, además de canciones de su propio género, boleros, rancheras y baladas. "No hay ninguna expresión musical mexicana más difundida por el mundo, y esta universalidad tenía que verse reflejada en la lista de patrimonio inmaterial", indicó el secretario de Cultura de Jalisco, Alejandro Cravioto.
Y añadió que el mariachi acompaña todo el recorrido vital de los mexicanos ya que "está presente desde el bautizo hasta el entierro", y señaló que, junto con la comida, es el único elemento propio que los emigrantes se llevan siempre consigo. También transmitió el compromiso del Gobierno mexicano de proteger y promover los valores culturales del mariachi dentro y fuera del país.
De Amália al mundo
El fado es el estilo musical que mejor encarna el fatalismo portugués. Este género nacido en los barrios humildes de Lisboa y que mediante las ondas de la radio se extendió por Portugal, es habitualmente cantado por un solista acompañado por una guitarra portuguesa y una guitarra acústica.
El alcalde de Lisboa, Antonio Costa, agradeció en la isla indonesia de Bali el reconocimiento a este arte y recurrió a unas palabras del poeta luso Fernando Pessoa para decir que "cuanto más universal sea el fado, más se convertirá en parte de nuestra identidad".
El término fado procede del latín (fatum), con el significado de destino y, a pesar de que sus orígenes no han sido fechados con claridad, los primeros registros de esta expresión se remontan al siglo XIX. Sin embargo, fue en siglo XX que el fado se universalizó gracias a la singular aportación de la cantante Amália Rodrigues (Lisboa, 1920-1999).
La singularidad de Amália, que triunfó en escenarios de medio mundo, contribuyó de manera excepcional al conocimiento del fado fuera de las fronteras portuguesas. Y, precisamente, fue la rasgada voz de Amália cantando "Coração independente" la que culminó la celebración portuguesa en la sala de reuniones del comité de la Unesco en Bali.
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