sábado, 8 de agosto de 2009

VARIACIONES SOBRE SILVINA OCAMPO


La Nación adnCULTURA, Buenos Aires, Argentina, 08Ago09
Foto: Alejandro Macri, fotografía de archivo.
Alejandro Maci cuenta cómo fue el proceso creativo del unipersonal Invenciones, basado en textos de la escritora, en el que dirige a Marilú Marini
Por Natalia Blanc
De la Redacción de LA NACION
A partir de Invenciones del recuerdo y Ejércitos de la oscuridad , libros de Silvina Ocampo publicados después de su muerte, Alejandro Maci creó un unipersonal para Marilú Marini. Invenciones , estrenado a fines de julio en el teatro Presidente Alvear, es el resultado de un intenso proceso que comenzó el año pasado, cuando la actriz argentina radicada en Francia le acercó al director los textos de Ocampo, compilados por Ernesto Montequin, que había editado Sudamericana.

Lector apasionado de la mujer de Adolfo Bioy Casares, Maci convirtió el material literario en una pieza teatral, en la que Marini interpreta a una mujer que está sola y espera. Más que intentar una adaptación, como había hecho con el cuento "El impostor" para su película homónima, el dramaturgo reinventó los textos originales (que incluyen fragmentos escritos en distintas épocas, notas, argumentos de cuentos, reflexiones sobre la vida y la muerte, recuerdos de la infancia, relatos de sueños) para obtener una obra distinta en su forma pero cercana en su contenido.
" Invenciones no es un recital de textos ni una lectura de poemas. Ni siquiera un homenaje a Silvina -aclara-. De hecho, la protagonista no lleva su nombre y, aunque habla sobre un hombre, no se hace mención a Bioy. Con Marilú nos propusimos evitar toda referencia al bronce y generar un hecho vivo. Es una muestra de nuestra admiración por la literatura de la menor de las Ocampo."
Después de leer los libros, Maci se tomó un tiempo para pensar de qué modo podía dar forma dramática a los originales, provenientes de cuadernos de notas y carpetas de apuntes. Sentado en el living de su casa de Palermo, en el mismo lugar donde realizó los primeros ensayos con Marini, cuenta cómo fue la etapa de búsqueda y creación, anterior a la de la escritura: "Llamé un día a Marilú a París y le propuse establecer un espacio telefónico de intercambio de ideas y opiniones para, en algún momento, darle una puntuación a nuestras conversaciones. En pocas semanas, ella comenzaba una gira por Europa, y ése sería el momento en el que yo iba a redactar una primera articulación del material".
En alguna de las tantas charlas que mantuvieron surgió la cuestión de la espera. "¿Cómo apareció? Hablamos de Los días felices y Esperando a Godot , de Samuel Beckett. Centrados en la dramaturgia de Godot, una obra que a los dos nos gusta mucho, nos pusimos a reflexionar sobre la metafísica de la espera. De alguna manera, ese tema se impuso como un eje dramatúrgico posible."
Durante el mes siguiente, mientras Marini completaba su gira, Maci releyó los escritos de Ocampo con una óptica nueva: "Me puse a pensar en la espera amorosa, en la insatisfacción, en la proyección del deseo y las invenciones eventuales que esa proyección provoca si ese deseo no es consumado. Con la arbitrariedad que caracteriza a la creación, empecé a articular textos, a incluir y a excluir material. Cuando se arma una dramaturgia, hay una estructura formal que convoca ciertos elementos y expulsa otros.
“Para la selección, volví a leer todos sus libros, todos sus poemas. Escuché a Bach, no para musicalizar la obra, sino para pensar cómo articularla. El relato no es una rememoración sino una invención, en el sentido de las invenciones musicales de Bach, con superposiciones, contrapuntos, oposiciones. Hay referencias a la infancia y aparecen algunos vínculos que signaron la vida de esa mujer: con su madre, con una criada, con un hombre. También, frases del original que están mezcladas. Quien haya leído los libros podrá reconocerlas".
Invenciones del recuerdo , un largo poema autobiográfico escrito en verso libre que Ocampo definió como "una historia prenatal", está narrado en tercera persona. ¿Cómo trasladó esos textos al unipersonal?


-Creé un personaje nuevo, que no es Silvina ni el narrador de sus relatos. Hay una cuestión con la identidad de esa mujer, ya que aparecen superposiciones. En un sentido tiene que ver con la compulsión a inventar y a inventarse, con los juegos y las fantasías provocadas por la espera amorosa. Con Marilú hablamos mucho sobre el vínculo entre Bioy y Silvina, sobre lo que sabemos, sobre lo que no sabemos, sobre lo que leímos, sobre lo que imaginamos. Silvina lo quería mucho, de un modo muy particular. Nos gustaba inventar cómo habría sido ese vínculo y a partir de ahí, pensar en la dramaturgia de la relación: cómo ese mecanismo pasional puede ser generador de literatura. En ese juego se constituye el relato de Invenciones .
Cuando Maci tuvo un primer borrador, al que llamaron "Frankestein" y que era mucho más extenso que la versión final, se reunió con Marini en Buenos Aires. "Le propuse instalarnos en la estancia La Rica, donde habíamos filmado El impostor . Fue muy interesante para empezar a conectarnos y pensar en el formato del espectáculo."
Hacia febrero de este año, con la actriz de regreso en Europa, Maci viajó a Bariloche, donde se encerró a reescribir el libreto. "De ahí, básicamente, surgió el segundo material, que seguimos trabajando luego, durante los ensayos. Recién entonces yo empecé a dirigir y ella, a adueñarse del texto. Trabajamos todos los días con una intensidad y una entrega increíbles. Y nos hablamos por teléfono miles de veces."



-La mujer que espera sobre el escenario mantiene conversaciones telefónicas con una amiga. ¿Esas escenas tienen que ver con el proceso creativo de la obra, desarrollado a la distancia?
-Puede ser, es cierto que el teléfono ocupa un lugar importante en esta historia y también en nuestro trabajo. La mujer tiene una amiga con la que habla todo el tiempo y con quien tiene una relación demandante, dependiente, a quien le puse Alejandra. ¿Quién es? No lo sé.
Es posible que se trate de Alejandra Pizarnik, que le regaló a Ocampo el cuaderno en el que escribió parte de los textos y a quien luego la autora le dedicó Ejércitos de la oscuridad .

-¿Cuáles fueron las principales dificultades a las que se enfrentó? -Lo que me genera más incertidumbre en los textos de Silvina son ciertos aspectos metafísicos que ella pone en juego a partir de banalidades cotidianas: observaciones infantiles, crueldades, juegos, miedos. Ahí se abre un espacio, que para mí es inasible y, al mismo tiempo, es una clave que vertebra toda su obra. Yo estaría feliz si eso estuviera presente en la sumatoria del texto de la pieza teatral y su montaje escénico. Me reconfortaría saber que esa particularidad de la literatura de Silvina está presente.

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