En poco más de un año 15 jóvenes perdieron la vida en un pueblo de ese país
Los británicos están alarmados por lo que se cree es una ola de suicidios juveniles pactados mediante este tipo de servicios por la Web. Anteayer, dos jóvenes, uno de 20 y otro de 15 años, se sumaron a las 13 muertes registradas el año pasado por la misma vía. Un juez, Phillip Walters, ya había ordenado la reapertura de la investigación de los suicidios ocurridos en 2007, al descubrirse que siete de los adolescentes que se quitaron la vida se conocían y comunicaban por Internet, por más que todos vivían en un radio de 20 kilómetros de Bridgend, una villa en el sur de Gales. Pocas semanas atrás, una chica de 17 años, Nastasha Randall, pactó darse la muerte ahorcándose con otras dos amigas, cada una desde sus hogares, emulando la acción por videocámara. Natasha, que cursaba el primer año de la carrera de asistente social infantil, logró su terrible objetivo.
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