martes, 4 de noviembre de 2008
ESTADIO PARA LA MÚSICA ENVUELTO COMO REGALO
Clarín, Buenos Aires, Argentina, 04Nov08
En Zenith de Estrasburgo, la sala para recitales más grande de Europa, fue diseñada por Massimiliano y Dorina Fuksas con un corazón de hormigón y un envoltorio de tela que define su imagen de faro urbano.
Miguel Jurado.
mjurado@clarin.com
Desde la década del 50, cuando Frei Otto comenzó a diseñar sus primeras estructuras tensadas, lo que pasó a llamarse arquitectura textil quedó asociada definitivamente a la imagen de una tienda, más o menos sofisticada, pero tienda al fin. Si en 50 años Otto no pudo vencer la tendencia de las lonas a describir la forma de una catenaria, Massimiliano y Doriana Fuksas lo lograron de un plumazo en el nuevo Zenith de Estrasburgo. En esta, la sala de conciertos más grande de Europa, no hay rastros de los típicos mástiles, cables y membranas colgadas y, sin embargo, el Zenith es tan textil como la cubierta del Estadio Olímpico de Múnich, realizada por Otto en 1972. Pero las intenciones de Massimiliano y Doriana nunca fueron competir con el alemán. Acostumbrados a innovar, los italianos buscaron "crear una escultura urbana llena de dinamismo". Para eso generaron una gran sala con todo lo que se necesitaba, la cubrieron con una novedosa tela vitrosiliconada y apostaron a que su transparencia hiciera el resto. Bajo la luz del día, la piel naranja resulta opaca y da la impresión de ser un colorido cuerpo sólido. Por la noche, la envoltura se vuelve traslúcida y deja ver las luces que brillan en su interior (ver Una membrana... en pág. 20). Así, más que una sala para recitales, los Fuksas crearon una enorme linterna urbana que, además, funciona como un cartel luminoso que anuncia toda la actividad que se desarrolla en su interior. La envolvente recrea la atmósfera de los espectáculos itinerantes y la sensación de provisoriedad que tienen las viejas carpas de circo. Pero en el interior, la sala es una sólida construcción de hormigón que parece un estadio de fútbol.
Tensión de opuestos
El nuevo auditorio Zenith expresa una interesante tensión entre mundos opuestos: hormigón, acero y tela. La cáscara de hormigón continua (construida en 18 meses) le da forma al auditorio en sí. Está preparada para recibir 10 mil personas y lograr las mejores condiciones acústicas y funcionales. La estructura flexible rodea al auditorio ofrece la imagen más potente del edificio y fue levantada en 10 semanas. Para sostener la tela que envuelve todo se dispuso una estructura metálica formada por cinco anillos elípticos con difentes excentricidades. El género naranja está unido a estos anillos que se alejan y acercan del núcleo de hormigón creando un espacio intermedio lleno de dinamismo.
Los aros están sostenidos por 22 mástiles de acero que se proyectan hacia fuera empujados por puntales de distintas longitudes que se apoyan en la sala. Los mástiles inclinados marcan la morfología del envoltorio y definen la espacialidad del lobby que permite la visión total de su altura.
Estirpe moderna
El nuevo Zenith de Estrasburgo es el 18° en su tipo que se construye en Francia. A fines de los 70, el Ministerio de Cultura y Comunicación adaptó instalaciones dedicadas a conciertos en vivo para que cumplieran con los requisitos de salas modernas. Estas sedes debían ser capaces de combinar las necesidades de la gran cantidad de gente que normalmente asiste a los conciertos de rock y música pop con las de otras expresiones acústicas con un grado mayor de participación visual, como orquestas, conciertos de jazz o eventos de ballet. Desde entonces, las decisiones arquitectónicas y constructivas para esta raza de salas se centraron en lograr grandes espacios para el público, áreas apropiadas para los artistas, una buena vista y una acústica perfecta. Es decir, espacios eficientes para el entretenimiento contemporáneo y la típica disposición que hoy distingue a todos los proyectos Zenith: un acceso directo al escenario para los vehículos de las empresas de entretenimiento y los proveedores. Esta cualidad apunta a facilitar la instalación de los equipos audiovisuales para cada espectáculo y a optimizar los trabajos de montaje. Aparentemente, la decisión de adoptar una cubierta liviana, colorida, traslúcida y textil para el Zenith de Estrasburgo tiene que ver con la intención de Massimiliano Fuksas de generar una conexión alegórica con la materialidad de los dos primeros proyectos de la saga Zenith. Esas salas, desarrolladas por los arquitectos Chaix y Morel están compuestas por una estructura metálica y un revestimiento del tipo membrana. La primera se construyó en París, en 1984; y la segunda, en Montpellier, en 1986.
Innovación material
Conscientes de que la sala estaría ubicada en una zona estratégica para nuevos desarrollos, el límite de la ciudad de Eckbolsheim, los Fuksas buscaron crear una escultura lumínica de innegable presencia urbana. Pero, el mayor mérito del proyecto reside en la sabia innovación tecnológica y la sutil combinación de materiales.
La obra mantiene un equilibrio inteligente entre la opacidad de un material pesado como el hormigón, expresión de la estabilidad por excelencia; pasando por el metal que aparece puntualmente utilizado en escaleras, columnas, lazos elípticos y barras conectoras; y el vidrio que envuelve la planta baja como una corona inferior y le abre el paso a la liviandad y traslucencia de la membrana que envuelve todo el edificio hasta los 27 metros. Cada uno de los 22 mástiles de acero que sostienen los aros que tensan tela tiene un grosor variable de 25 a 30 milímetros. Esto, junto a su inclinación también variable
CARACTERÍSTICAS
1 Gran sala. Facil entrada y fácil salida, la receta clásica para lugares de gran concentración de público.
2 Estructura. Un enrejado metálico con vigas radiales cubre la sala de un diámetro variable que alcanza los 120 metros.
3 Membrana. La piel textil está sostenida por cinco aros elípticos soportados por puntales metálicos.
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