martes, 22 de julio de 2008
PROYECTO INTERNACIONAL STRATA TOWER
Clarín, Buenos Aires, Argentina, 22Jul08
Formas que buscan torcer el destino
En Abu Dhabi, Asymptote diseñó la Strata Tower. Un nuevo intento que confirma la tendencia de redireccionar el futuro de los Emiratos Arabes.
DANIEL MOYA. dmoya@clarin.com
En Abu Dhabi, capital de los Emiratos Arabes Unidos y ciudad soberana de una isla con forma de escorpión, una torre de líneas novedosas es el mejor comprobante de que esa urbe no para de mutar. Aquella pequeña villa—oasis con construcciones de ladrillo de adobe y techos de hojas de plamera, mezquitas monumentales y grandes jardines, la misma que supo mantener su fisonomía hasta que se descubrió petróleo en 1959, es hoy una metrópoli que trata de combinar en su arquitectura la cultura árabe tradicional con rascacielos de cristal y formas sofisticadas. A pesar de los esfuerzos realizados para preservar el patrimonio arquitectónico islámico (algunos ejemplos son el hotel Emirates Palace y la recién construida mezquita Sheikh Zayed Bin Sultan Al Nahyan), desde que la nueva arquitectura comenzó a aparecer en el último cuarto del siglo XX, las torres futuristas continúan rediseñando la línea del horizonte del Golfo Pérsico. Un ejemplo de este intento de integración cultural, es la nueva Strata Tower, un proyecto de los arquitectos Hani Rashid y Lise Anne Couture del estudio Asymptote. Según los autores, el edificio busca encapsular su propio significado tomándolo de ambas culturas (el paisaje cultural local y la influencia global) aunque, apelando al uso de formas abstractas. La construcción de la torre, un lujoso complejo residencial de 40 pisos y 160 metros de altura, ya comenzó y una vez lista en 2011, año en el que está previsto el final de obra, será el edificio más alto en todo el perímetro de Al Raha Beach. Su particular volumetría es una especie de cohete o misil torsionado que emerge desde una plataforma que parece estar flotando en el mar. Protegido tras una estructura metálica semejante a una jaula, este exoesqueleto curvilíneo recubre a la torre como un velo y refleja la luz cambiante, entre el desierto y el mar. Torsión esculpida. La forma escultórica y torsionada usada por Asymptote en la torre Strata, ya había sido vista en otros proyectos, como la torre Spire, en Chicago, proyecto de Santiago Calatrava que apuntaba (antes de que se eliminara su antena con la que llegaba a los 609 metros de altura) a convertirse en el edificio más alto de Estados Unidos. También de Calatrava, la Turning Torso, una torre para la ciudad sueca de Malmö inaugurada en agosto de 2005, se inspiró en las líneas ondulantes de una escultura del cuerpo humano.
Incluso los mismos Hani Rashid y Lise Anne Couture, cabezas de Asymptote, se habían aproximado a esta forma retorcida con su proyecto 190 Váci, en Budapest. Sucede que ellos vienen explorando el trabajo experimental de las formas desde que abrieron su estudio (ver Visionarios... pág 15). Ejemplo de ello es la Nube de Acero, un monumento deconstruido y elevado en el centro de Los Angeles; y otros tantos espacios abstractos como la instalación animada para el Pabellón Italiano y la Corderie de la Bienal de Venecia en 2004. Las formas exhibicionistas de los últimos proyectos internacionales, que generan controversia, esconden una función urbana. Calatrava explica que, con el diseño de la Turning Torso, buscó que la torre sirviera de puente para la revitalización de la zona en la que estaría emplazada: el puerto de la ciudad. Con ese emprendimiento se logró transformar una área que hasta entonces era industrial, en un paseo marítimo. "Transformar" es el mismo propósito que buscan en Abu Dhabi los mega emprendimientos que no para de surgir junto a su costa. La capital vive un plan de expansión programado con gran preocupación para anticiparse a la extinción de las reservas petrolíferas, que no son eternas. Con él, las autoridades buscan generar negocios alternativos convirtiendo a esa ciudad en un destino cultural, turístico y financiero. En esta dirección, ya se presentó un proyecto para construir en la costa de la deshabitada isla Saadiyat, una lujosa urbanización que costará 27 mil millones de dólares, y que incluirá hoteles, resorts y tres museos diseñados por celebridades del mundo de la arquitectura. En la pequeña isla, un santuario natural de manglares y aguas traslúcidas, Frank Gehry construirá el Guggenheim Abu-Dhabi (una sucursal de su tocayo en Bilbao), Jean Nouvel levantará la sede para una representación del Louvre y Tadao Ando ideará el museo marítimo. Por su parte, la irakí Saha Hadid se encargará del Centro de Artes Interpretativas, una mezcla de nave espacial y alas de insecto.
Un proyecto argentino busca también dejar su huella en Abu Dhabi. La propuesta, realizada en conjunto por AFT Arquitectos (Atelman-Fourcade -Tapia) y 3Studios, (Creadores entre otros del edificio Museo MALBA en Buenos Aires, Argentina. Para más información hacer clic. Nota de la Redacción de Clave 88)
ganó un concurso para construir un edificio residencial frente a la bahía, cuya volumetría constará de dos placas curvas engarzadas en uno de sus extremos, como las alas desplegadas de un ave, o un libro abierto.
Matemática en altura. En la Torre Strata, explican los de Asymptote que el proyecto utiliza parámetros matemáticos en su diseño para lograr no sólo una arquitectura poética, sino que ésta resulte pertinente para los Emiratos rabes. Explican que su innovadora forma fue creada con el empleo de las últimas herramientas de modelación 3D. El diseño final surgió de influencias y de factores que comprenden economías de producción y fabricación, y también hubo una especial consideración a la preservación del ambiente. Con herramientas de diseño computarizado los arquitectos idearon un sistema de celosías inteligente y ambientalmente respetuoso, que pende de la exclusiva estructura como un velo que filtra la luz. Pero no sólo con el uso de estos recursos high tech pueden conseguirse estas formas llamativas. De hecho, el proyecto argentino de AFT y 3Studios para la bahía de Abu Dhabi, se destaca precisamente por el empleo de sistemas constructivos tradicionales que apuntan a mantener el difícil equilibrio entre una propuesta audaz y su rentabilidad. En la tierra de las grandes ambiciones y los bolsillos repletos, aseguran los popes de Asymptote que la Strata Tower se resiste a ser sólo un manifiesto, un singular gesto que dependa de una asociación o significado establecido. En cambio, reafirman que las propiedades matemáticas empleadas en ella, a diferencia del arabesco o de la caligrafía abstracta, dotan a la torre de una suprema elegancia, prominencia y potencial importancia.
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