sábado, 13 de junio de 2009

EL TANGO TIENE SU PROPIO ARCHIVO



La Nación,adnCULTURA, Buenos Aires, Argentina, 13Jun09
El contrabajista Ignacio Varchausky trabaja en la digitalización de todo el repertorio de la música ciudadana.
Foto: Algunos de los discos de pasta que integran el acervo digital
Por Daniel Amiano
De la Redacción de LA NACION
Hace 15 años, Ignacio Varchausky se propuso recuperar y digitalizar la obra discográfica de Ignacio Corsini. Tiempo después y ya desarrollada la estructura de Tango Vía Buenos Aires, se propuso algo mucho más ambicioso: crear el Archivo Digital del Tango. Una tarea faraónica en un país en el que la historia se pierde con facilidad.

El miércoles próximo se va a mostrar el resultado del trabajo piloto de este proyecto, que ya lleva tres años. "Lo que pretendemos -cuenta Varchausky, contrabajista y cofundador de la Orquesta El Arranque- es digitalizar la totalidad del patrimonio cultural del tango. En este momento, las grabaciones son el material prioritario, porque entendemos que son las que dan origen al resto del material. Ya hicimos un trabajo importante en la recuperación de partituras, como el libro que se dio a conocer en estos días con los arreglos de Horacio Salgán, que editamos a través de la Biblioteca Nacional." Para alcanzar un estándar sonoro internacional, el equipo de Tango Vía investigó y se nutrió de importantes experiencias de restauración realizadas en Estados Unidos y en Europa. Varchausky está convencido de que se trata de una obra importante, porque se rescata una parte importante del acervo cultural del país.


El trabajo cuida hasta el último detalle: "Digitalizamos, artista por artista, la discografía completa desde el primer disco hasta el último, además de una cantidad enorme de material complementario, grabaciones no comerciales, presentaciones radiales, tomas descartadas, material audiovisual, fotografías, revistas de época, entrevistas, partituras. Las grabaciones son lo que hoy nos ocupa principalmente porque son el centro de todo ese universo, pero también porque es lo que está más en peligro, por una cuestión de formato y antigüedad".
No existe un archivo que reúna el material del tango, por eso, el músico e investigador afirma: "Los verdaderos héroes son los coleccionistas". Es que es a través de ellos como se preserva el material. "Buena parte del trabajo que hicimos en estos tres años -sigue Varchausky- fue investigar, indagar y llegar a conclusiones estadísticas de todo tipo para saber por dónde empezar y de qué estábamos hablando. Es decir: ¿cuántas grabaciones deberían existir?; de ellas, ¿cuántas todavía existen?, ¿cuántas se perdieron para siempre?, ¿en qué formato están?, ¿quiénes las tienen?, y, después, armar ese mapa que es la discografía."
Los datos son alarmantes. En la era analógica (entre 1902 y 1995) se realizaron unas 100.000 grabaciones de tango. Se sabe que al menos 3000 ya no existen en ningún formato y en CD se editaron unas 20.000. Esto quiere decir que el 80 por ciento está sin digitalizar. Mucho de ese material lo conservan los coleccionistas, que no son más de 40 en todo el mundo (de la Argentina, Uruguay, Japón, Europa y Estados Unidos) y el principal inconveniente no es la lejanía sino la edad de los conservadores. De hecho, en este tiempo murieron cuatro de los coleccionistas a los que se recurrió. Además, hay otros problemas: en los años 50, cuando se empezó a hablar de la muerte del tango y los sellos internacionales comenzaron a dominar el mercado con nuevo material destinado a los jóvenes de la posguerra, se destruyeron los masters de miles de grabaciones.
Digitalizar en alta calidad los archivos sonoros es una tarea compleja. De hecho, Varchausky afirma que mucho del material pasado a CD no se hizo de la mejor manera: "Solemos creer que al estar en CD el material está salvado. La mala noticia es que, en muchos casos, son discos que están pasados sin las herramientas adecuadas, sin el procedimiento específico; entonces, están más lentos, más rápidos, no reproducen el sonido original. Nosotros queríamos alcanzar un estándar que nos iguale con el mundo".
Explicado muy brevemente, el proceso para digitalizar las grabaciones comienza con la limpieza del disco y sigue con la elección de la púa (que es un universo muy amplio). Después hay que ver qué curva de ecualización se le aplica según la época y el sello en el que se grabó, con qué conversor se pasa la información de analógico a digital. "Cuando se suman todas las instancias y se comparan los audios, lo que se produce es la diferencia entre escuchar con los oídos tapados o hacerlo con los oídos destapados. Son muchos pasos, por lo que el margen de error es más grande", asegura Varchausky, y anticipa que en la presentación de este trabajo piloto se ofrecerán diversos audios para corroborar los resultados.
En cuanto al destino del archivo, Varchausky afirma que el proyecto enfrenta distintos problemas. Uno es la preservación. Otro, la difusión del material. Inicialmente, las consultas podrán hacerse luego de solicitar cita, ya que el espacio con que cuenta la asociación es limitado. Y no se harán copias de los archivos sonoros.
El archivo digital ya cuenta con la discografía completa de Horacio Salgán, de Alfredo Gobi, de Astor Piazzolla, de Aníbal Troilo, de Ignacio Corsini, con mucho material inédito en CD. "Cuando digo completa es con todo, incluso con grabaciones hechas en Japón, recitales, apariciones en televisión, cosas que nunca llegaron ni a vinilo ni a cassettte ni a CD", cuenta Varchausky, que insiste en que el objetivo central de Tango Vía es recuperar esas 80.000 grabaciones que, si no se recuperan ahora, se perderán para siempre.
Pero lo que pide es poder solventar la tarea que resta, sobre todo porque cuando se habla del paso del tiempo, se habla también de la alta posibilidad de perder a quienes preservaron el material. "Cuando fallece un coleccionista no hay muchos destinos posibles para el material: uno es que lo compre un coleccionista japonés, que da garantías de cuidado; otra, que lo compren varios coleccionistas en el mundo y se disperse el material; también puede terminar en el parque Rivadavia, pero también se corre el riesgo de que termine en la basura."
Varchausky asegura que la buena noticia es que se está a tiempo de lograr la preservación: "En un contexto distinto, estaríamos hablando de cómo preservar los originales. Eso es inviable en este país, por una cuestión cultural y porque no tenemos una estructura que pueda contenerlo. Por eso nuestra obsesión es al menos tener un archivo digital para que esa música vuelva a vivir y no se pierda para siempre. En Tango Vía entendemos que el tango es un arte dentro de la historia del arte. Lo entendemos como una expresión sofisticada, elegante, elaborada y propia, nada menos que propia. Sabemos que el tango tiene de todo, cosas mediocres, cosas que dan vergüenza, pero detrás de eso, que es quizás el estereotipo más difundido, hay un arte musical muy sofisticado, muy importante, que hace que el mundo nos admire".

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