domingo, 2 de septiembre de 2007

DIVERTIMENTO, SÓLO ESO ES LO QUE AHORA PUBLICAMOS.


La Redacción cree conveniente
no privar a los lectores,
sin por ello ser aduladores,
de este pensamiento eminente.

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PARA NOSOTROS UN SERVIDOR,
ALGA DE ALVARENGA
COMO DICE LA ACADEMIA DE LA LENGUA,
LIMPIA, FIJA Y DA ESPLENDOR.


No por mis ganas de hablar,
que ustedes lo saben bien,
yo les voy a demostrar
que es preciso meter mano
al idioma castellano,
donde hay mucho que arreglar....
¿Me quieren decir por qué,
en tamaño y en esencia,
hay esa gran diferencia
entre buque y un buqué?
¿Por el acento? pues yo,
por esa insignificancia,
no concibo la distancia
de presidio y presidió,
ni de tomas a Tomás
ni de topo al que topó.
Mas dejemos el acento,
que convierte, como ves,
las ingles en un inglés
y pasemos a otro cuento.
¿A ustedes no les asombra
que diciendo rico y rica,
majo y maja, chico y chica,
no digamos hombre y hombra?
Por eso no encuentro mal
si alguno dice cuala,
como decimos Pascuala,
femenino de Pascual.
¿Por qué llamamos tortero
al que elabora una torta
y al sastre, que trajes corta,
no lo llamamos trajero?
¿Por qué las Josefas
son por Pepitas conocidas,
como si fuesen salidas
de las tripas de un melón?
Este asunto y otros mil
en nuestro idioma son vaguedad,
de largo sacan largueza
en lugar de larguedad
y de corto, cortedad,
en vez de sacar corteza.
De igual manera me quejo
de ver que un libro es un tomo,
será tomo, si lo tomo
y si no lo tomo, lo dejo.
Si se le llama mirón
al que está mirando mucho,
aunque mucho ladre un perro
no se lo llamará ladrón.
Porque el sufijo "on"
indica aumento, es extraño que a un ramo
de gran tamaño no se lo llame Ramón.
Y por la misma razón,
si los que leyendo
un gran rato están pasando,
están pasando un ratón.
El idioma castellano tiene mucho que arreglar................

Alga de Alvarenga,
el que nunca anda con una renga,
más si es menester, sale con la que venga.

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