martes, 12 de mayo de 2009

VINCULAN EL CÁNCER DE PRÓSTATA CON EL SÍNDROME METABÓLICO


La Nación, Buenos Aires, Argentina, 12May09
Este último y los bajos niveles de testosterona aumentan el riesgo
FOTO: Ayer, en el entrepiso del Clínicas, donde se realizan los análisis Foto: LA NACION / Mauro Alfieri
Nora Bär
Ayer, a las 8 en punto de la mañana estaba todo listo en la sección Urología del Hospital de Clínicas para comenzar con una semana intensa: hasta el viernes, los hombres mayores de 50 años pueden concurrir allí para que se les realicen en forma totalmente gratuita los exámenes de detección de cáncer de próstata, síndrome metabólico e hipogonadismo, un "cóctel" cuyos ingredientes influyen negativamente en la aparición y gravedad del tumor, que se presenta en los hombres con frecuencia creciente a medida que avanzan la séptima y octava décadas de vida. A los ochenta años, el riesgo de padecer cáncer de próstata es del 70%.

"Se sabe, desde hace varios años, que tanto la presencia de síndrome metabólico como la andropausia aumentan el riesgo y la malignidad del cáncer de próstata -explica el doctor Osvaldo Mazza, jefe de Urología del hospital-. Por eso en esta campaña, además de hacer la medición del antígeno prostático específico (PSA), que indica la presencia del tumor, decidimos agregar la detección de síndrome metabólico (conjunción de resistencia a la insulina, aumento de triglicéridos, bajos niveles de colesterol "bueno"e hipertensión arterial) y también de hipoandrogenismo (bajos niveles de testosterona)."
Según detalla Mazza, las evidencias que arroja la bibliografía médica sobre este vínculo patológico son múltiples. Por ejemplo, un estudio noruego registró un aumento del 58% en pacientes de 50 a 60 años con alto índice de masa corporal (peso sobre el cuadrado de la altura).
El Cancer Prevention Study , realizado durante 14 años en 816.000 personas, mostró que morían más pacientes obesos que no obesos, y que la insulinorresistencia producía más cáncer de próstata. Y otros trabajos permitieron comprobar que los japoneses tienen un riesgo mucho menor de este tipo de tumores, pero que si sus hijos nacen en los Estados Unidos y adoptan la dieta alta en grasas que se consume en ese país tienen el mismo riesgo que los norteamericanos.
"El ácido araquidónico, presente en las grasas de origen animal, favorece el crecimiento rápido de muchos tumores -dice Mazza-. Reducir su consumo es una indicación habitual en muchos países. Nosotros queremos saber qué pasa con los argentinos. Y ahora tenemos la oportunidad de estudiar en la población local cuál es la relación entre los triglicéridos y el HDL [que indica resistencia a la insulina], y la del hipoandrogenismo y el cáncer de próstata.
Si bien desde hace mucho se trata el carcinoma de próstata bajando los niveles de hormonas masculinas, en los últimos cinco años se vio que el individuo con niveles bajos de andrógenos desarrolla cánceres de mayor grado histológico. "Al parecer, los que tienen menos dihidrotestosterona tienen mayores mutaciones nucleares [en las células] y un mayor score de Gleason [la escala con que se mide la agresividad y el pronóstico del cáncer de próstata] -explica Mazza-. Ocurre que estos tumores tienen dos etapas: la iniciación y la promoción. Todo indica que mientras los bajos niveles de testosterona favorecen la iniciación, cuando el cáncer está formado, la testosterona alta hace que se promueva." La Semana del Cáncer de Próstata 2009 llega poco después de que dos estudios (uno, europeo, y otro, norteamericano) dieran lugar a una dura controversia internacional sobre la conveniencia de la detección precoz en cáncer de próstata.
Explica Mazza: "La bibliografía médica está dividida en dos bandos. Los sanitaristas y los médicos de familia pregonan que no es necesario el screening basándose en que hay sobrediagnóstico y sobretratamiento. Pero también es verdad que en las últimas décadas este tipo de detección logró hacer descender estos cánceres del segundo al tercer lugar del ranking de tumores. Precisamente, acaba de presentarse en la reunión anual de la Asociación Norteamericana de Urología, en Chicago, un análisis profundo de ambos estudios, que muestra que existió un sesgo grave en el que mostraba resultados contrarios a la detección precoz. Y concluye: "Para nosotros, esta campaña, que dura una semana, termina dentro de dos años. Los pacientes que se acercan ya tienen una cita para dentro de un mes, en la que se les ofrece el tratamiento y el seguimiento que les corresponde para que puedan tomar una decisión informada".
Una oportunidad para aprovechar
Quienes quieran someterse a los exámenes de detección de cáncer de próstata deben tener entre 50 y 70 años, y concurrir en ayunas, entre las 8 y las 13, a Paraguay 2250, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entrepiso. Allí se les harán los análisis y se los citará para informarlos de los resultados.

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